Una garantía para Belkin

Por @pmpalermo

En medio del fragor de la “batalla” ciclística que se libra en el Tour de Francia y que tiene como grandes protagonistas a Chris Froome, Nairo Quintana, Alberto Contador y compañía, un participante pasa casi desapercibido pese a su excelente desempeño.

Laurens Ten Dam, pues de él se trata, ocupa la quinta colocación en la general a 4´54´´ del maillot jaune transcurridas 15 jornadas, algunas de extrema dureza, como la última con llegada en Mont Ventoux.

Quizás por su perfil bajo, por no ser tan mediático como los antes nombrados, o incluso por no ser el jefe de filas del Belkin, ya que Mollema ocupa ese rol, Ten Dam no figura en las quinielas y análisis de nadie y a esta altura ya es un error no considerarlo como aspirante al podio.

Sin ir más lejos, el día de la primera gran espantada de esta edición de la ronda gala, llegó en el puesto 5º, sólo por detrás de Froome, Porte, Valverde y su capitán, y 29´´ antes que el mismo Contador o Quintana, lo que no es poco decir.

La jornada siguiente soportó con los mejores nuevamente el ritmo infernal del Movistar y concluyó en el grupo de favoritos, mostrando que llegó bien preparado y que el octavo lugar de la última Vuelta a España no fue un espejismo.

Su primera pérdida individual fue en la crono, en la que al igual que los demás gallos, fue distanciado por el puntero de la general, aunque la sangría no fue grande con el resto de los “humanos”, concluyendo, por ejemplo, a 2´´ de Evans o a 17´´ del ciclista de Pinto.

Pero la confirmación de su estado de gracia llegó en el Mont Ventoux, cuando arribó en el top ten para salvar el quinto puesto frente a un pujante Quintana que amenaza con ocupar plaza de podio; nada mal para un ciclista que no destaca en ninguna faceta.

En la estructura de Rabobank (luego Blanco y hoy Belkin) desde 2008, con pasado en el Unibet y surgido de la cantera que patrocinara el banco holandés, Ten Dam ha pasado las temporadas previas ayudando a sus líderes, Menchov y Gesink.

Habituado en años anteriores a ganarse el sueldo en escapadas o trabajando para otros, el nacido en Heiloo es una garantía en las grandes citas del calendario, en las que siempre terminó, a excepción de la ronda española del 2010, en la que abandonó debido a una fractura de muñeca.

Dueño de un coraje sin igual, se lo recuerda, por ejemplo, en la Grande Bouclé 2011 corriendo con el rostro vendado tras una caída impresionante, o el año anterior, en el que sufrió hasta tres incidentes con roturas de huesos incluidas que mermaron su temporada, la peor en su trayectoria.

Este holandés de 32 años parece haber encontrado en su madurez el lugar que le corresponde dentro del pelotón merced a su regularidad, ya que nunca se lo ve realizando exhibiciones o ganando, pero siempre culmina en los puestos de honor, casi sin mostrar la cara.

Superados los accidentes, llegó el salto de calidad en la pasada Vuelta en la que Contador se quedó con el triunfo, y nuestro protagonista concluyó octavo pese a defender las opciones de Gesink.

Este año en el Tour, la historia parece repetirse y se ha transformado en co-capitán para un Belkin que está maravillado con el desempeño de su dúo, que por cierto podría romperse el año próximo, ya que se rumorea que Argos está interesado en contar los servicios del veterano ciclista.

Progresando año a año en la faceta escaladora,  la última vez que levantó los brazos fue en el Criterium Internacional de 2008 cuando se hizo con la jornada inaugural, pero su fortaleza reside en buscar buenas clasificaciones en competencias por etapas y en el Tour 2013 parece encaminado a su mejor actuación de por vida.

Sólo el tiempo dirá hasta dónde puede llegar, pero los hechos marcan una progresión continua en carreras de tres semanas que confluyen esta temporada en un brillante desempeño que lo ubica, tras el segundo día de descanso, entre los mejores ciclistas del mundo, aunque nadie apueste por  él.

Pablo Martín Palermo