AG2R desea contar con Bob Jungels para liderar su renovación

Por Oscar Trujillo Marín

Todo parece apuntar a que al final de esta temporada el “Movistarazo”, es decir ese radical cambio en su plantilla de lideres que sufrió la escuadra española el curso pasado, será protagonizado por los franceses del AG2R.

Es bien sabido que Ni Bardet ni Latour han querido renovar, y se ha hecho público el interés de Sunweb por Romain y que el Total Direct Energie le ha ofrecido a Pierre Latour capitanear su proyecto. En estas circunstancias, Bob Jungels del Deceuninck (que también termina contrato a final de temporada y aún no aceptado el ofrecimiento de Lefevere para continuar) tiene todas las papeletas de mudarse al conjunto galo. Así lo ha dejado ver el diario Le Dauphiné, medio que goza de una excelente relación y fuentes con AG2R

La situación parece tomar claridad cada día más y en una temporada normal, sin las anomalías parones y aplazamientos que aún no han permitido que se reanude en la máxima categoría tras más de 4 meses, a partir del primero de agosto estos acuerdos de traspaso ya se podrían hacer públicos como es costumbre. Pero debido a la excepcionalidad por todos conocida, lo más seguro es que los anuncios oficiales y formales solo lleguen después del Tour para no “descentrar” a los equipos en su máximo objetivo de este vapuleado año. Los movimientos eran predecibles por situaciones distintas que pasamos a considerar:

Romain Bardet como todos los destacados miembros de la generación del 90 (Aru, Quintana, Sagan, Pinot, Chaves…) empezó a dejar excelentes impresiones y a mostrar un nivel alto muy pronto. Tuvo tres temporadas notables, en clara progresión, destacando entre 2015 y 2017 sobre todo en el Tour de Francia su carrera fetiche, en la que se centraba casi toda su temporada, factor (y obsesión) que quizás le ha privado a Romain de acumular un mejor palmarés coherente con su caché y clase, que francamente se antoja corto.

Pero también, como casi todos sus compañeros  de quinta (excepto Pinot cuyo nivel se mantiene) ha sufrido un inquietante bajón a partir de 2018 que lo ha alejado de los puestos de protagonismo. Ha perdido contundencia en la escalada, confianza en las bajadas, no logró mejorar mayor cosa en las cronos y en suma, se ha estancado. Necesita cambiar de aires para recuperar su mejor versión pese a que su equipo se ha volcado en él, lo han armado prácticamente para arroparlo, su liderazgo nunca ha tenido que compartirlo pero con todo y eso, su periplo por la formación gala ya no parece dar más de si. La gran esperanza francesa para exhibir un campeón para el Tour se ha ido difuminando. Su salida puede ser un revulsivo para él, pero también para su longevo equipo que últimamente gana más bien poco.

Pierre Latour (26 años) apuntaba muy buenas maneras hace 4 años y ha dejado ver chispazos de su calidad como escalador en algunas grandes vueltas, pero no termina de consolidarse: ni como promesa que va a más ni como vueltómano consistente con fuelle para meterse en el top 10. Quizás le haya perjudicado -al menos en el Tour- ir siempre a la sombra de Bardet, pero cuando ha tenido oportunidades en solitario tampoco ha marcado esa gran diferencia, de momento.

Su impetuoso y aparatoso estilo para pedalear da sensación de agresividad, pero viendo sus resultados más bien magros no parece ser muy contundente y eficaz. Un cambio de aires con un proyecto alrededor de él quizás le haría ganar confianza y dar ese salto de calidad que necesita en una época donde la edad de explosión se ha adelantado bastante y a sus años ya se observan varios jefes de filas asentados entre los mejores.

De este baile de figuras entre equipos Bob Jungels es quizás uno de los cromos más apetecido del mercado. El versátil corredor luxemburgués tiene casi la misma edad de Latour pero ya lleva dos top 10 en grandes vueltas (Giro, 6° en 2016 y 8° en 2017) un 11° lugar en el Tour (2018), un monumento (Lieja) y una clásica con piedras de prestigio (Kuurne-Bruselas-Kuurne) además de un puñado de etapas de cierta relevancia.

Jungels ya tiene la madurez para liderar un proyecto donde él sea la cabeza visible, en Deceuninck (equipo hecho para los sprints y las clásicas) sus posibilidades para rondas de tres semanas siempre irán cojas de apoyo en alta montaña y sus chances en las clásicas debe repartirlas con 5 o 6 tipos igual de buenos a él. En AG2R sería líder para el Tour y podría compartir sus opciones en las clásicas favorables tan solo con su amigo Oliver Naesen y, con un poco de suerte, con Greg Averamert, por quien también ha demostrado interés la formación patrocinada por la aseguradora gala, según el mismo diario francés. Como si fuera poco Bob es francoparlante, un factor más a su favor.

Por donde se le mire, este movimiento a tres bandas beneficiaría a todos los corredores, a unos (Bardet y Latour) por estancados y al otro porque a su versátil nivel y enorme clase se le quedó pequeño el Deceuninck y probablemente pequeño el sueldo que le ofrece Lefevere también.

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