Análisis: Aru o Dumoulin, ¿quién ganará la Vuelta?

Por @pmpalermo

Finalmente, como se esperaba, la crono de Burgos devolvió el maillot rojo a hombros de Tom Dumoulin. A su vez, y también del modo previsto, Joaquim Rodríguez se hundió, quedando en el último peldaño del cajón, del que difícilmente pueda salir.

Pero el gran vencedor del parcial cronometrado fue el italiano Fabio Aru, que realizó una monumental defensa de su segunda plaza para seguir con chances. Y vaya si las tiene, a tan sólo 3″ del líder y con terreno favorable por recorrer.

El repaso de la etapa 17 se completa resaltando las buenas prestaciones de Valverde, Quintana y Chaves que, así y todo, no tienen sencillo el asalto al puesto que hoy ocupa Rodríguez.

Decíamos que Aru fue el gran beneficiado y esto se debe a que, en una especialidad que no es la suya, volvió a demostrar progresión, tal como hiciera en el Giro, cuando limitó a tan sólo 3:01 las pérdidas con Kiryienka.

Aquí la historia fue similar y el líder de Astana entregó apenas 1:53 contra uno de los mejores contrarrelojistas del mundo como es Dumoulin, quien se salió con una deslumbrante presentación pero no pudo sentenciar el evento a su favor.

De todos modos, aún cuando muchos hablan de que la carrera tiene múltiples aspirantes, a entender de ciclismointernacional.com esto es cosa de dos: Aru y Dumoulin. ¿Por qué? Para empezar, cuentan con más de un minuto sobre Rodríguez, el más inmediato perseguidor, colchón considerable de cara a lo que queda de competencia.

En ese sentido es bueno recordar que ya no hay finales en alto de entidad y que, si bien hay dos días “trampa” como los de mañana y pasado, y una fracción con cuatro puertos de 1° el sábado, la paridad en dicho terreno ha sido notoria, invitando a pensar que difícilmente alguien meta un minuto al resto.

Es cierto, con la carrera ya perdida tras la crono, Rodríguez y compañía podrían intentar un “Fuente Dé”, como se ha llamado estas últimas horas al manotazo de ahogado en clara alusión a la heroica gesta de Contador en 2012, cuando ya no tenía nada que perder y terminó alzándose con la corona gracias a su valentía. De ese modo, Purito, Majka, Nairo, Valverde y cualquier interesado en escalar posiciones dentro del top 10 probará fortuna durante los próximas tres etapas, arriesgándose como no lo hicieron en las dos semanas previas.

Pero todos aquellos que prueben algo tendrán un problema en común: Astana. Aún con siete hombres, los kazajos disponen de la formación más sólida, que controlará todo lo que atente contra Aru. Al estar tan cerca de Dumoulin, ayudarán indirectamente al holandés, dejando el duelo entre los dos punteros para el desenlace, ya que al estar distanciados en apenas 3″ no necesitan probar a larga distancia.

Por todas estas razones, la Vuelta será cosa de los capos de Astana y Giant que, salvo por la jornada de Andorra, han estado muy cerca uno del otro en el resto de los arribos hacia arriba. Repasemos: Dumoulin metió a su oponente 36″ en Caminito del Rey, 6″ en Sierra de Cazorla y 16″ en Cumbre del Sol, en tanto que Aru ganó 7″ en la Alpujarra, 1:37 en Andorra, 19″ en Fuente del Chivo, 36″ en Sotres y 25″ en Ermita del Alba.

Si en dos semanas, con miles de metros de desnivel acumulado y rampas imposibles, los huecos fueron estos, se antoja improbable que la tónica cambie en tres días, dos de los cuales tendrán apenas terreno para emboscadas: un puerto de 8km al 5.4% y su posterior descenso el jueves, y el nervioso pero corto arribo en Ávila del viernes.

En lo que al mano a mano entre los dos primeros refiere, no necesitan más. Un buen arreón en las murallas de Avila puede ser suficiente como para que se piquen unos segundos que, sumados a las bonificaciones, darán vuelta la tabla o incrementarán el margen, según quien sea el agresor. Lo mismo en la bajada hacia Riaza, donde el sorprendente maillot rojo corre con las de ganar debido a su punta de velocidad.

El sábado será otro cantar, con la sierra madrileña saltando a escena, pero el pletórico Dumoulin debería seguir defendiéndose con soltura, limitando pérdidas. Encima, la fracción acaba cuesta abajo, dificultando la faena a Aru, que debería coronar con cierto margen y sostenerlo.

Las características y antecedentes implican que Aru se quedaría con el título, porque ya luchó por un par de grandes y es superior en la montaña, pero Dumoulin ha batallado contra la lógica toda la Vuelta, superando cuestas de cabra a pesar de su fornida humanidad, para presentarse en el tramo conclusivo con vida y, aunque escasa, con ventaja.

Además, no necesariamente será él quien se defienda. Tiene la capacidad de lanzarse en las bajadas y sprintar en meta, pero también de probar en los puertos, tal como hizo con sus tres saltos en la Cumbre del Sol.

Ya sea en uno u otro sentido, el campeón festejará por un margen muy escaso y si tuviéramos que decantarnos por alguno de los dos, la elección recaería sobre el italiano, beneficiado un poco más por el equipo que tiene y la montaña venidera.

¿Y el resto?

Movistar estará expectante, porque las buenas sensaciones de sus dos líderes dejaron la impresión de que todavía tienen algo que decir. Alejados en la tabla principal, podrían gozar de más libertad, algo que les permitiría ganar una etapa.

Pero Aru está ante la oportunidad de su vida y pondrá al tren celeste a tope, limitando al pelotón, que viajará a rueda con el gancho bajo la pera. Si se sintiera amenazado, sus gregarios echarán abajo cualquier maniobra, como han hecho hasta ahora.

Y ese es el principal inconveniente para Purito, que vive en estas horas un ‘déja vú’ de lo sucedido en 2010. El catalán no puede seguir corriendo como hasta hoy y tiene que saltar de lejos. ¿Podrá descontar algo el sábado? Difícil porque no quedan pendientes extremas y es un hombre vigilado.

Majka, Chaves, Nieve y algún otro estarán cerca, quizás sacando rédito del marcaje entre los primeros, pero su situación es similar. La única alternativa es que alguno se decida a mejorar en el puestómetro y se dedique a atacar con determinación, en cuyo caso, recibirá el visto bueno de los que se disputen el campeonato, más atentos a sus propios negocios y reacios a derrochar energías inútilmente.

La crono dictó sentencia y, salvo imprevistos, el sucesor de Alberto Contador en Madrid saldrá de Aru y Dumoulin. Pero cualquiera sea el resultado, una cosa es clara, y es que fueron los que mejor disimularon sus flaquezas y potenciaron las virtudes.

Pablo Martín Palermo

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