Análisis: Dayer se emancipa de Nairo en San Luis

Por @pmpalermo

No será la primera ni la última vez que un deportista de élite debe convivir con la alargada sombra de un familiar, y el joven Dayer Quintana parece no tener problemas al hacerlo con la de su virtuoso hermano Nairo, una joya del ciclismo llamada a escribir historia, a la que siempre se asociará su apellido.

Sin embargo, en un giro del destino -potenciado por un Movistar interesado en premiar la moral de sus gregarios- Dayer empieza a acumular peso propio en el pelotón. Es que, tras haber regalado algún destello de su calidad en el Tour de Austria de 2014, el colombiano ha completado una semana impecable en San Luis, un evento con algunas complicaciones adicionales que incrementan el valor del triunfo.

Rápidamente, vale la pena aclarar que no cualquiera puede alzarse con el Tour puntano, porque los dos puertos de montaña son para escaladores puros, el calor es sumamente agobiante y selectivo, y los pedalistas locales llegan a tope, igualando o superando en condición a las estrellas.

En ese marco, el menor de los Quintana respondió. Al igual que en 2015, aceptó la responsabilidad otorgada por sus directores pero, a diferencia de aquel entonces en Potrero de lo Funes, no defraudó, haciendo buenas las tácticas dispuestas para conseguir la victoria.

Es oportuno remarcar también, el compromiso de los ‘telefónicos’, el Etixx o el Astana, que lejos de estar de paseo, se compenetraron con las acciones desde el primer día, pese a ser formaciones World Tour con sus retos más adelante en el calendario.

Los de Jaimerena avisaron en la crono por equipos, que dejó en una situación inmejorable a sus líderes, pero los puertos serían jueces de la prueba y Dayer sacó pecho en El Amago, donde todos esperaban a Nairo y, en vez de eso, apareció él. Tan parecido como diferente.

Sepúlveda fue más inteligente en la brutal ascensión, pero el ex hombre del Lizarte español midió los esfuerzos y acabó a tan sólo 3 segundos del primer peldaño del podio, cuyo asalto preparó a consciencia, aún con el incidente de Malori rompiendo la armonía interna de la escuadra.

“Nairo y Dani Moreno me aconsejaron mucho para la Sierra de Comechingones, desde cómo protegerme del viento hasta el lugar para atacar, cerca del final”, contó una vez concretada su gesta, a más de 2000 metros de altura y con un gélido aire circulando entre la multitud.

Y vaya si lo hizo bien, tanto, que ya es nuevo dueño del Tour sanluiseño, añadiendo el mismo apellido pero otro nombre al historial de un evento, un hecho con pocos precedentes en el mundo.

Por supuesto, unos minutos después de la obtención del virtual campeonato,  el joven Dayer (23) hizo referencia a su afamado pariente y lo que significa dicho vínculo. “Ser hermano de Nairo no es un problema, sino una motivación para tratar de superarlo”.

Lo cierto es que, el menor de la saga boyacense es escudero “full time”, tanto en carrera como fuera de ella, ya sea para tomar un café o, como se aprecia en la imagen, sosteniendo un maillot para que el subcampeón del Tour de Francia firme uno de los miles de autógrafos que le piden por día.

Y Dayer no tiene complejos con eso. Más bien, todo lo contrario, porque como alguna vez dijo a esta redacción, jamás correría contra Nairo, su consejero en la vida y, al menos esta semana, un escudero de lujo en la obtención del Tour de San Luis.

“No por ganar una carrera uno es un líder”, dijo a ciclismointernacional.com. “Me gustaría pasar el corte y estar en el Tour de Francia pero, por ahora, estoy confirmado para el Giro de Italia”, añadió en los instantes previos a la salida del séptimo tramo de competencia.

En el inicio de su tercera campaña en Movistar, el hombre de Tunja demostró que nadie le regaló nada y que no ocupa una plaza en la formación de Unzué por portación de apellido. Así, con su victoria más resonante como profesional en el bolsillo, no es ilógico afirmar que se despegó definitivamente de Nairo y, de ahora en más, será Dayer, a secas.

Pablo Martín Palermo

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