Análisis del primer contacto con la montaña

Por @pmpalermo

Finalmente, tras una semana cargada de repechos y desnivel, llegó la alta montaña a la Vuelta a España de la mano de un puerto irregular donde se marcaron algunas diferencias mínimas, principalmente, por el daño que las altas temperaturas provocaron sobre los protagonistas.

*La inteligencia de Movistar: Aquellos que nos siguen hace un tiempo recordarán nuestras críticas hacia el conjunto telefónico durante el Tour, principalmente por “salir a no perder en vez de a ganar”. Pues bien, en este caso no toca más que sacarse el sombrero ante la estrategia llevada a cabo por los pupilos de Unzué, que no se dejaron dominar por la emoción y rodaron con inteligencia.

Es que, a pesar de estar en vanguardia casi siempre, dejaron que Astana primero y Tinkoff después, se hicieran cargo de tirar en el puerto, reservando energías para más adelante, puesto que la Vuelta apenas comienza y los atletas acumulan el castigo del Tour.

Además, Movistar evitó descubrir sus cartas o ponerse de líderes, situación que los forzaría a trabajar como sucedió con Orica y Giant en días precedentes. El equipo español hizo bien en guardarse porque no les van a sobrar fuerzas en la tercera semana.

Dicho esto, también es bueno aclarar un punto respecto a la capitanía de Nairo y “Bala”, situación que inevitablemente viene a colación cada vez que la montaña se hace presente. En la trepada a Capileira, Valverde llevó la voz cantante y ordenó a los gregarios que no tiraran más, mientras que en el cierre, el tunjano se mostró en el frente del grupo durante unos instantes pero fue llamado a frenarse con el mismo objetivo de no gastar y no porque el murciano estuviera en dificultad como se dijo por allí.

Movistar está sólido y sus capitanes, aún con el Tour a cuestas, están en una posición inmejorable, pero no pueden derrochar fuerzas y se mostrarán conservadores hasta la 11° fracción en Andorra.

*Froome no está liquidado: Como no podía ser de otro modo, el momento de debilidad del campeón del Tour ha causado sensación, situación normal en lo que a las grandes estrellas refiere, ya que no es normal que pierdan contacto con sus pares.

Pero desde esta redacción consideramos que es muy pronto como para sacar conclusiones respecto al keniata, comenzando porque llegó a España con el cansancio acumulado del Tour. Es cierto, los hombres de Movistar también estuvieron en la ronda gala y corrieron algunos criteriums (no tantos como el de Sky) pero la diferencia principal es otro: por un lado, el modo en que terminó cada uno el evento y la cabeza. Con esto queremos decir que, mientras que Froome se relajó del todo, Nairo quedó con la sangre en el ojo, algo que le permitió llegar más enfocado.

Pero, diferencias al margen, no hay que olvidar que hizo mucho calor y, además, se trató de la toma de contacto, factores que suelen pasar factura a organismos fatigados y sin un entrenamiento adecuado. A modo de ejemplo bien vale lo hecho por Alberto Contador quien venció el Giro y enseguida se recluyó para reposar y entrenar.

No fue ese el camino de Froome, que tras su segunda corona en los Campos Elíseos, se la pasó acudiendo a eventos y Criteriums, citas cortas y explosivas que nada aportaron a su forma y en las que perdió horas de relax, no sólo por la carrera en sí, sino por las reuniones y conferencias posteriores.

En resumen, si bien nunca es alentador iniciar cediendo terreno, creemos que Froome (que tiene la crono de su lado) encontrará su forma con el correr de las jornadas, tal como hizo Quintana en el Tour. Si esa es la situación, entonces sería prudente por parte de los rivales rematarlo mientras es vulnerable, algo que no hicieron en 2014 y que permitió al keniata acabar 2°.

Para concluir, también hay que decir que en Sky se cubrieron las espaldas y no pararon a Roche o Nieve para proteger a Froome, accionar que se puede interpretar como que son los dos elegidos en caso de una debacle del jefe de filas.

*Aru y Astana no deben repetir los errores del Giro:  Su hubo un “ganador” entre los gallos, ese fue Fabio Aru, que lanzó un brutal ataque en el cierre y picó 7″ a sus rivales, colocándose 8° en la general a 57″ de Chaves e igualando la línea de Quintana.

Y este movimiento, junto al incansable trabajo de sus gregarios en la ascensión, no hizo más que recordar al pasado Giro de Italia, competencia que convirtieron en un infierno para el resto, pero en la que también gastaron energías en exceso, algo que el sardo pagó en el tramo conclusivo.

Con esto queremos decir que, si bien Aru está más fresco y hoy sacó rédito, no debe “tirar de la soga” porque, con toda una temporada encima y las altas temperaturas reinantes, el tanque puede quedarle en la reserva en el momento menos pensado.

No hay que olvidar que la Vuelta es larga y apenas tuvo su primera llegada en alto, que ni siquiera fue de las más exigentes. Además, otro dato no menor, es que los kazajos ya perdieron a dos hombres, y muy importantes.

Por todo esto, si bien el aficionado agradece la entrega de Aru, éste puede pagar el precio más adelante, cediendo terreno a manos de otros que hoy fueron más cautos pese a saberse en buen estado.

*Varios al acecho: Los irlandeses Nico Roche y Dan Martin, callados y a la expectativa, lo mismo que Rafal Majka y Domenico Pozzovivo, son algunos de los que han enseñado buenas piernas luego de la primera ascensión seria de la gran ronda española.

Martin no hizo más que confirmar lo que ya había descubierto en días previos, pero en dichas situaciones, se trató de arribos ideales para sus cualidades de “puncheur”. Sin embargo, el flamante fichaje de Etixx suele ir a más en la Vuelta y, al menos hasta Andorra, se lo seguirá viendo en posiciones de avanzada. La crono y la alta montaña jugará en su contra y queda por ver su progresión allí para saber hasta dónde puede llegar.

Roche es otro al que le sienta de maravillas el aire de España. Tras trabajar en el Tour, aquí debería hacer lo mismo pero, al igual que Martin, ha sacado ventaja de su buen estado de forma y un trazado favorable. Hoy fue el único Sky que no flaqueó, es 4° en la tabla principal y Brailsford ya lo señaló (junto a Nieve) como las cartas a jugar en caso de que Froome no esté a la altura de las expectativas.

Por su parte, Majka lució muy bien, incluso liderando el lote junto a su compañero, Hansen. La pareja de escaladores de Tinkoff tiró con fuerza y regaló buenas sensaciones, aunque hay que marcar de nuevo, que sólo se trató de la primera llegada de montaña y que el polaco viene del Tour, por lo que puede pagar estos excesos.

Finalmente, mencionar al diminuto Pozzovivo, quien llega con las frescura de su lado tras haber salido lesionado del Giro de Italia. El italiano corrió tapado, algo por demás necesario ante la falta de gregarios, pero además, apeló a su experiencia para no desesperarse en intentos vanos cuando todavía faltan dos semanas de competencia.

El líder de Ag2r es un grimpeur brillante capaz de soltarse una buena crono, factores que junto a su menor cantidad de días de carrera, pueden ser cruciales a su favor en el tramo conclusivo de la Vuelta.

*Chaves honra la roja: Tras vestirse de rojo en una primera semana en la que explotó su forma y un trazado favorable, el escarabajo demostró que por ganas no quedará en el camino, defendiéndose con mucha jerarquía en la trepada a Capileira.

Es cierto, no fue atacado en toda regla y más de uno se guardó de hacerlo para que sea Orica el equipo que gaste fuerzas persiguiendo, pero Chaves enseñó buenas piernas y se comportó como un líder, ya que encabezó el grupo de jefes de fila tras casi una hora de ascensión en la que no tuvo un solo gregario a disposición.

Tal como conjeturamos ayer, “Chavito” parece listo para dar el siguiente paso en su progresión y aunque quizás no sea en la presente edición de la Vuelta, seguirá al frente de la general hasta Andorra, donde enfrentará el primer test real para saber dónde está parado.

Mientras tanto, seguirá enseñando su particular sonrisa al mundo como orgulloso y merecido puntero de la última grande de la campaña, donde ya ha dejado su sello en una semana que no olvidará nunca.

*¿La confirmación de Meintjes?: Si bien para el sudafricano se podría decir lo mismo que para todos los demás (que es anticipado sacar conclusiones) es bueno marcar su actuación en el Alto de Capileira, donde se lo vio tirando del grupo de favoritos para concretar un excelente 9° lugar.

Meintjes, que aún no conoce sus límites, se movió como pez en el agua junto a gente de la talla de Nairo, Purito o Valverde, avisando que será la carta para la general del MTN-Qhubeka, por más que nunca demostró tener esa regularidad necesaria para tales menesteres.

Es que si fuese por etapas, no hubiera gastado energías en viajar con los jefes de fila, aprovechando para incrementar su margen con Chaves, hoy en 1:51. Dicha diferencia no le permitirá libertad, algo que tal vez no quiera, si confirma nuestras sospechas y tiene en la cabeza asaltar el top 10 de la general.

Tras abandonar enfermo el Tour, sería un enorme salto de calidad para Meintjes terminar la Vuelta y, mejor aún, hacerlo entre los primeros 20. El primer paso está dado y, de ahora en adelante, debe seguir por la misma senda para intentar la hazaña y confirmar que es la estrella que viene.

*La progresión de Tom Dumoulin: Y si de estrellas hablamos, el tulipán está cerca de convertirse en una, porque su capacidad para luchar en diferentes terrenos le ha permitido estar adelante en la Vuelta, llegando a vestirse de rojo, disputando etapas y, ahora, aguantando en la alta montaña.

El hombre de Giant es un contrarrelojista fenomenal con una punta de velocidad de la que pocos pueden jactarse, pero como si todo eso no fuera suficiente, también escala a buen nivel y eso le permitió sostenerse en el podio de la Vuelta en un parcial donde escaladores de contrastada trayectoria no pudieron aguantar.

Quizás sea pronto para saberlo, pero con apenas 24 años, Dumoulin tenga en su interior un vueltómano listo para explotar. Pero regresando al tema que aquí tratamos, hay que resaltar el modo en que subió en Capileira, conservando la escasa brecha respecto a Chaves para intentar desbancarlo antes de Andorra.

Pablo Martín Palermo

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