Análisis: El ciclismo extraña a Nibali
Por @pmpalermo
En tiempos donde el temor reina en el pelotón, los avances científicos devoran la espontaneidad y los intereses económicos priman sobre los deportivos, todavía resisten unos pocos corredores capaces de levantar a los espectadores de sus asientos con alguna arrancada rebelde y brutal, propia de otras épocas.
Sin embargo, desde 2014, uno de los principales estandartes de la vieja escuela del deporte pedal se cambió de bando y, lejos de mostrar su aguerrida faceta a lo largo y ancho del calendario, decidió enfocarse únicamente en el Tour de Francia, mismo pecado que muchos otros obnubilados por la ronda francesa.
Vincenzo Nibali, porque de él se trata, se dio a conocer al mundo como un corredor agresivo e inconformista en competencia y su radical transformación se siente, generando un hueco que nadie ha sido capaz de llenar y que amenaza con quedar vacante mientras el italiano no regrese a las fuentes.
Agresividad en la sangre
Para algún desprevenido que no recuerde de qué hablamos vale decir, por ejemplo, que en 2009 ganó el Giro de los Appenninos con un lejano intento a 50 kilómetros de meta, avance de lo que vendría al año siguiente, en la etapa 14º del Giro de Italia, cuando se lanzó en el extenso y técnico descenso del Monte Grappa bajo la lluvia rumbo a Asolo y llegó destacado tras exhibirse en las húmedas curvas, donde ni las motos podían seguir su rueda.
Los ejemplos sobran y también podemos traer a colación lo realizado en el Tour 2012, cuando fue el único que probó la fortaleza de Wiggins y Froome camino de París. Allí, aunque no tuvo mayor suceso frente a los intratables británicos, salvó el honor y demostró su coraje, a diferencia de muchos otros que se conformaron con ser parte del anónimo top 10 de la general.
Ya en 2013, regaló una clase magistral en Tirreno Adriático, donde le birló la prueba a Froome (cuando no, bajo la lluvia) en el descenso de Sant´Elpidio a Mare o en la mítica jornada del Angliru en la Vuelta a España, imposible trepada en la que probó hasta el cansancio las piernas de Chris Horner sin conseguir su cometido y con un año de esfuerzos sobre los hombros.
Para completar la reseña, es imposible obviar que sus ataques no fueron en vano y que el palmarés adquirido en el período en cuestión (2010-2013) es impactante e incluye seis podios en las grandes (con dos victorias) y diversas victorias como el Tour de San Luis, Tour de Eslovenia, Tirreno Adriático, Giro di Padania o Giro del Trentino, sin soslayar numerosos puestos de avanzada en clásicas como San Remo, Lombardía y las Ardenas.
De más está decir que en esos años el Tiburón sumó adeptos por todo el mundo. Fans enamorados de su estilo aguerrido de competir, con ataques en subida, bajada o pavé y sin importar quién estuviera en frente, gestas de la escuela de Eddy Merckx, Bernard Hinault o Fausto Coppi, campeones todo terreno que son parte del Olimpo ciclístico.
Todo por el Tour
Pero, al igual que muchos otros antes que él, Nibali tenía como sueño obtener la prestigiosa Grande Boucle, anhelo potenciado cuando se le presentó la oportunidad de sumarse al selecto grupo de vencedores en las tres grandes puesto que ya tenía la Vuelta y el Giro en su currículum.
Así fue como el otrora combativo pedalista de Messina modificó su preparación y pasó de ser protagonista excluyente de gran parte del calendario a desaparecer completamente, para explotar con un único pico de forma, en junio y julio. Como si eso no fuera suficiente, la jugada le salió a la perfección (exhibición en el adoquín de Roubaix mediante) y arrasó con el Tour, sentando las bases para repetir en 2015.
La cuestión es que, con medio año transcurrido, los amantes del ciclismo siguen penando por la ausencia con aviso del gran Vincenzo, quien redobló la apuesta y lleva una campaña más anónima que la anterior cuando, al menos, mostró los colmillos en París Niza, San Remo, Romandía y Dauphiné.
En cambio, en el curso actual, brilla por su ausencia y lo mejor que hizo fue un clasificar 9° en la etapa reina del Tour de Romandía, dejando muchas dudas que aún no disipa (ni parece que vaya a hacerlo) en el Critérium du Dauphiné.
Conclusiones
Lo más probable es que vuelva a alcanzar su pico en la ronda gala y que le vaya bien allí, pero es aquí dónde se plantea el gran interrogante que tiene sin dormir a sus más fervientes tifosi. ¿Seguirá por este derrotero casi anónimo durante el resto de su carrera?
Sólo él y su equipo tienen la respuesta, pero desde este lado estamos en condiciones de afirmar que, como ningún otro jefe de filas de su talla, tiene los atributos necesarios para volver a animar el circuito y nadie lo criticaría en caso de fallar en el Tour, porque su entrega no tiene igual y es un bálsamo para el público, hastiado de la mesura general o de que las estrellas limiten su participación a un sólo evento.
Lamentablemente, mientras eso no suceda y el de Messina no retorne a sus antiguos hábitos de participar en citas como San Luis, Giro di Sardegna o Padania, Tour de Eslovenia, Clásicas y vueltas varias, su imponente presencia será privilegio absoluto de ASO y el Tour de Francia, con el riesgo implícito de jugar todas las fichas a un sólo objetivo y que éste salga mal.
Con 30 años y mucho para dar, sería una lástima que Nibali se pierda definitivamente en la adictiva espiral que conduce, una y otra vez, rumbo a los Campos Elíseos. Sólo el tiempo dirá, pero hasta entonces, el ciclismo extrañará a quien fuera un emblema por pregonar todo lo contrario con sus emocionantes cabalgadas.
Pablo Martín Palermo
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Vaya nota Pablo, me gustan este tipo de articulos que sin ofender, hablan por todos nosotros los aficionados a este hermoso deporte que como bien dices hastiados ya de lo que vemos ultimamente, estamos habidos de ver las otroras hazañas.
Ojala llegue a ojos de algunos grandes por ahi.
Nibali., va en curva descendente…….en el Tour lo veo en un sexto puesto….
Seguramente eres colombiano, no???
No. Soy de Argentina…
No era para vos Pablo. Ya se que vos sos Argentino. Le preguntaba al comentario que decia que nibali esta en curva descendente. De gustavobetancur 2013. Un abrazo y felicitaciones por el blog