Análisis: el recorrido del Giro 2015
Por @pmpalermo
El Giro de Italia dio a conocer su recorrido para la próxima edición y por eso nos toca analizarlo de cara a lo que pueda acontecer cuando el pelotón comience a rodar el 9 de mayo en la Liguria.
Si algo ha caracterizado siempre a la Corsa Rosa es la montaña y, una vez más, ese volverá a ser el fuerte de la carrera por más que muchos se obstinen en afirmar que es un trazado más asequible.
Esta es la altimetría combinada de los 21 parciales; como se aprecia, la dureza se concentra en la semana final mientras que en la primera veremos varios arribos “trampa”, es decir en repecho o puertos pequeños donde gente como Matthews, Arredondo y compañía podrían dar que hablar.
Sólo basta con decir que se subirán 40 puertos categorizados, en los que se encuentran gran parte de los más de 40.000 metros de desnivel acumulado, cifra sólo superada en los últimos tiempos por la edición de 2011.
Además el trazado cuenta con siete finales en alto: Abetone (5°), Campitello Matese (8°), Vicenza, Monte Berico-1km al 8%- (12°), Madonna di Campiglio (15°), Aprica (16°), Cervinia (19°) y Sestriere (20º.
Si esto no fuera suficiente, el grupo encontrará los duros y míticos escollos que representan el Tonale, Mortirolo y Finestre, recordada ascensión con 7,8km de tierra donde Savoldelli casi pierde el Giro 2005. El panorama general se completa con 7 jornadas llanas, 5 de media montaña, 1 contrarreloj individual y 1 contrarreloj por equipos para un total de 3481.8 kilómetros.
Dicho esto, vamos a profundizar un poco en cada etapa teniendo siempre en perspectiva que hay cuatro que destacan sobre el resto y, a nuestro parecer, serán clave: la extensa contrarreloj de Treviso (59,2 kilómetros) y las llegadas a Aprica (antes pasan Tonale y Mortirolo), Cervinia y Sestriere (suben Finestre, la Cima Coppi este edición).
Tiempo de desglosar los parciales; puedes apreciar todas las altimetrías al detalle AQUÍ. A continuación sólo colocaremos las más importantes.
Etapa 1 (San Lorenzo al Mare – Sanremo. 17,6 Km): una CRE completamente llana que beneficiará a los especialistas tal y como sucedió en Belfast en la de este año. Siempre es vistoso presenciar esta disciplina que, además, servirá para vestir al primer líder. Si Orica lo hace bien y Michael Matthews está presente, ya sabemos quién portará el liderazgo esos primeros días.
Etapa 2 (Albenga – Genova. 172 km): día para los velocistas con final en circuito en Genova. Ojo con los vientos costeros de la zona.
Etapa 3 (Rapallo – Sestri Levante. 136 km): seguimos en la costa occidental italiana y llega la primera posibilidad para las fugas con un perfil quebrado con dos puertos categorizados y varios otros que no lo están. El último se corona a 44km de meta y desde allí quedará la bajada y el llano posterior. Veremos qué decide el pelotón.
Etapa 4 (Chiavari – La Spezia. 150 km): aún en la costa del Tirreno pero más al sur, otro día duro con sólo tres puertos categorizados pero infinidad de repechos que harán dura la etapa. El último se corona a 10 km del final, por lo que no sería raro ver ataques tardíos. Interesante parcial.
Etapa 5 (La Spezia – Abetone. 152 km): primera llegada en alto. Hay dos puertos en la jornada pero todo se trata del Abetone que consta de 17 km al 5.5% (10%). No es muy exigente pero no deja de ser la toma de contacto y siempre se le atraganta a alguien. Los últimos 42 km son en constante ascenso.
Etapa 6 (Montecatini Terme – Castiglion della Pescaia. 181 km): no hay misterios, día de sprinters y de guardar energías de cara a la etapa 7.
Etapa 7 (Grosseto – Fiuggi. 263 km): el perfil invita a pensar en otro embalaje pero hay dos factores que pueden ser clave en un día teóricamente intrascendente: el clima y la longitud. El viento costero es un riesgo latente (amén de las lluvias primaverales), mientras que los exagerados 263 km de recorrido no son para nada desdeñables y harán daño.
Etapa 8 (Fiuggi – Campitello Matese. 188 km): segunda llegada en alto, algo más dura pero pedaleable: 13.6km al 6.4%. Está claro que sin saber quiénes correrán a 8 meses del evento, es muy difícil anticipar las acciones, pero en teoría, será una etapa en la que la general seguirá bastante apretada.
Etapa 9 (Benevento – San Giorgio del Sannio. 212 km): ubicada justo antes del día de descanso, tiene el perfil justo para una escapada. Las cotas del día son exigentes pero lejanas al arribo: Monte Terminio: 20 km al 4,2% (9%) y Colle Mollela: 9,6 km al 6,2% (12%).
Etapa 10 (Civitanova Marche – Forlì. 195 km): sprint. Ojo al viento del Adriático.
Etapa 11 (Forlì – Imola. 147 km): esta va a dejar huella. Sin ser de montaña es rompe piernas. Siempre dependiendo de la participación, es más probable que llegue una escapada o que tenga éxito un ataque tardío. Será muy difícil de controlar desde el inicio con tantos repechos.
Etapa 12 (Imola – Vicenza. 190 km): día para los clasicómanos. Tal vez veamos a Julián Arredondo o Carlos Betancur sacando ventaja. La etapa es plana a excepción de los últimos 60 km, donde está concentrada la dureza con media docena de cotas. El final es cuesta arriba en Monte Berico: 1km al 8%. Muy atractiva.
Etapa 13 (Montecchio Maggiore – Jesolo. 153 km): sprint.
Etapa 14 (Treviso – Valdobbiadene. 59,2 km): la crono será la primera etapa clave de la carrera y por ello vamos a explayarnos:
Para empezar, la longitud del parcial cronometrado es casi insólita para la nueva era del ciclismo, a punto tal que probablemente la camada más joven de corredores jamás corrió una tan larga. De hecho, es la segunda más extensa dispuesta por el Giro desde 1996, cuando Berzin relegó a Olano por 1″ en 62 kilómetros. En 2009 hubo una de 61.7 kilómetros ganada por Menchov, pero son excepciones.
Una buena referencia actual puede ser la crono larga de 2013 (54.8km) en la que se impuso Alex Dowsett, Nibali (a la postre campeón) fue 4° a 21″ y Rigoberto Urán ocupó la 12° plaza 1´48″, aunque claro está, el colombiano no era el especialista que es hoy y estaba algo más desgastado por sus labores como gregario.
Si algo quedó demostrado en la historia es que las grandes vueltas se deciden en las montañas y que rara vez las cronos son factor definitorio. Aquí más de uno traerá a colación las victorias de Le Mond o Hesjedal, pero son casos puntuales y no una norma.
Dependiendo del clima y los protagonistas, diremos que en esta fracción pueden abrirse los primeros márgenes amplios y que los escaladores pueden perder más de 5´ (sin exagerar) que luego serán difíciles de recortar. Es decir, no se ganará el Giro en la crono pero si se puede perder. Los primeros 30km son casi llanos.
Algo más, aquellos que no escalan tan bien deberán exprimir sus posibilidades al máximo este día para sacar tiempo e intentar dosificarse. Muchos opinan que es un Giro para Urán debido a esta crono. Posiblemente el colombiano será el mejor de los favoritos sobre la cabra, pero a modo de reseña vale la pena recordar que en 2014, Rigo perdió 5″ en el parcial de la Tirreno con Contador y que a su vez le sacó 26″ en la Vuelta al de Pinto. En el Giro destrozó a Quintana (2´41″) o Aru (2´55″) y así y todo no le alcanzó para ser campeón.
Por su parte, Contador cuenta con más experiencia en lo que consideramos contrarrelojes largas (más de 50km), poco usuales desde la década pasada: en el Tour 2007 fue top 10 sobre 54 y 56km respectivamente, en 2005 (su estreno en el Tour) fue 48° y en 2010 19°, sufriendo como nunca para ser campeón de la ronda gala que luego le fue quitada.
Nibali también estaría presente y por eso lo tomamos en consideración. El Tiburón era excelente como juvenil en la disciplina contra el tiempo pero en distancias largas es otro cantar y así clasificó 47° en la del Tour 2008 (53km), 31° en Dauphiné 2012 (53.5km), 16° en la ronda gala 2012 (53.5km), 4° en el Giro 2013 (54.8km) y 4° en Francia en 2014 (54 km).
No profundizaremos en ninguno más y sólo citamos a este trío para adornar con referencias la fracción más comentada de la ronda italiana.
Etapa 15 (Marostica – Madonna di Campiglio. 165 km): etapa clave en la que se juntan la épica con la dureza. La organización recupera la trepada a Madonna di Campiglio tras 16 años de ausencia. La última vez que se pasó por allí, Marco Pantani se consagró ganador para luego ser descalificado. Con dos semanas de carrera y la crono del día previo en las piernas, aquí puede comenzar a aclararse la general. El perfil es quebrado y los últimos 40 km presentan dos puertos de entidad: Passo Daone: 8,4 km al 9,2% (14%) y Madonna di Campiglio: 15,5 km al 5,9% (12%).
Etapa 16 (Pinzolo – Aprica. 175 km):otro parcial clave. Un etapón de montaña luego del día de descanso, que suele sentar mal a más de uno. En este punto ya no habrá misterios y se sabrá quiénes van a pelear el Giro. Es mucha montaña y nadie podrá esconderse: Passo del Tonale: 15 km al 6% (10%), Mortirolo: 12,8 km al 10,1% (18%) y Aprica: 13,9 km al 3,4% (15%). Días como este son los que debe temer Urán.
Etapa 17 (Tirano – Lugano. 136 km): día fácil y corto en el que habrá sprint en territorio suizo y los gallos tomarán descanso tras las arduas batallas previas y las que estarán por venir.
Etapa 18 (Melide – Verdania. 172 km): con salida en Suiza, el perfil se ajusta a los deseos de una escapada. El problema son los primeros 130 km llanos hasta llegar a la única dificultad del día: Monte Ologno: 10,4 km al 9% (13%). Este puerto se corona a unos 32 km del aribo. Luego hay unas pequeñas cotas y finalmente bajada. Dependiendo de como vaya la general, no deberíamos ver movimiento aquí, salvo que gente como Nibali o Contador necesite recortar tiempo. Su valentía para atacar de lejos y el talento para el descenso les servirá en esta jornada si la necesitan. Si no, es la chance de un ataque tardío.
Etapa 19 (Gravellona Toce – Cervinia. 236 km): etapa fundamental por su extensión (236km) y por el hecho de contar con tres puertos monstruosos en los 86 km conclusivos: Saint-Barthélemy: 20,1 km al 5,6% (13%), Col de Saint-Pantaléon: 16,5 km al 7,2% (12%) y Cervinia: 19,2 km al 5% (12%). Cuando decimos que la crono no es tan importante es por la presencia de jornadas como esta en la que nadie está exento de un desfallecimiento. Ceder aquí significa perder una minutada.
Etapa 20 (Saint-Vincent – Sestriere. 196 km): otro día colosal en todo sentido. Además tendremos un paso por los 7.8 km de sterrato del Colle Finestre: 18,45 km al 9,2% (14%). El final es en Sestriere: 9,2 km al 5,4% (9%). En este punto irán todos con lo justo y quizás el Giro ya esté definido. Para los amantes del ciclismo épico, les recomendamos buscar el video del Giro 2005 cuando Savoldelli salvó el rosa con lo justo contra Rujano, Simoni y Di Luca en una ascensión por la tierra que ya quedó en la historia.
Etapa 21 (Torino – Milano. 185 km): extenso paseo triunfal que se definirá al sprint.
¿A quién beneficia el recorrido?
A falta de largos meses y sólo con las posibles participaciones de Vincenzo Nibali, Alberto Contador y Rigoberto Urán como firmes, es bastante apresurado aventurar resultados, pero al mismo tiempo sería equivocado no reconocer que le sienta a la perfección al español.
El de Pinto es uno de los mejores escaladores del mundo y en la crono no tiene mucho que envidiar al resto por lo que a día de hoy es el hombre a vencer. Nibali está en su apogeo y en el Tour dio una lección a los demás sacando tiempo en el pavé para liquidar en las trepadas (sin Contador) y es el otro gran favorito.
Urán tiene todas las fichas para llegar a vestir de rosa en la crono puesto que no perderá tiempo en la montaña previa a ese parcial. De allí en más comienza otra carrera y, escalando como en 2013 y 2014, el de Urrao no va a vencer la Corsa Rosa contra contrincantes más fuertes hacia arriba que encima poseen equipos más sólidos.
Nombres propios al margen, el Giro 2015 se va a decidir en la semana conclusiva, especialmente en las etapas 14, 16, 19 y 20 cargadas de desnivel y con puertos en los que el clima suele ser factor por la presencia de nieve o lluvia.
Pablo creo que acertaste, es un giro hecho para Uran, de ahí a que lo gane es hay mucho trecho, pero pienso que le están premiando sus dos segundos puestos de manera consecutiva y su fidelidad con la carrera, de la cual se expresa siempre de manera muy respetuosa y a la cual siempre llama la carrera mas hermosa del mundo.
No Luis..no dije que fuera para Urán…
Con todo respeto por quienes así lo vean, no entiendo tanto hincapié en Urán. Si bien es verdad que hay una crono larga y que Rigo voló en las de este año, también hay mucha montaña. Y Rigo en 2014 flaqueó escalando (contra los mejores, claro está).
Así es que en mi modesta opinión, Urán sólo podría ganar el Giro si no se presentaran los monstruos (léase Nibali, Contador…). O que él mismo presentara una mejora significativa en la montaña respecto de este año, cosa que no sería rara a fin de cuentas.
En fin, tantas palabras y al final esto es ciclismo. Las cosas se clarificarán sobre el pavimento.
Bueno, pero eso ya lo dijimos nosotros aquí: https://bicis.frangandara.net/los-limites-de-rigoberto-uran-puede-ganar-una-grande/