Análisis: Sagan a Bora: capitán de su propio barco

Por @pmpalermo

Lo que era un secreto a voces se confirmó con la apertura oficial del mercado de pases: Peter Sagan correrá en Bora a partir del próximo año. Y si bien el hecho de que los rumores hayan quitado encanto a la noticia, el fichaje es superlativo y merece un análisis aparte.

Por ello, vamos a desglosar la movida, separando los aspectos positivos y negativos de la misma:

*A favor:

–Resultados: como si hiciera falta aclararlo, es evidente que el Bora incorpora un atleta que corre en otro nivel. Sagan, líder del ranking World Tour y pentacampeón del maillot verde de la Grande Boucle, es una garantía de éxito y sus números del curso impresionan: 33 ‘top ten’ en 61 días de competición (sin contar dos cronos por equipos); 23 podios y 9 victorias.

Sagan es tan grande, que sus lauros estacionales superan ampliamente los conseguidos por toda la plantilla del Bora (8 victorias secundarias). Pero lo que debe ser subrayado, es que aportará diversidad además de calidad, porque los germanos ahora mostrarán la cara en clásicas, pruebas de un día, de una semana y hasta en el Tour de France.

–Impacto: Eso tendrá un impacto enorme en sus compañeros, muchos de los cuales lo admiran y crecerán al tener que trabajar para la flamante estrella. Con “Peto” en la plantilla, muchas jóvenes promesas se potenciarán, porque no es lo mismo desarrollarse con la necesidad de aportar a hacerlo bajo la alargada sombra de una figura de este calibre, capaz de absorber la presión.

Adicionalmente, si éstos fallaran, hay que recordar que Sagan está habituado a correr prácticamente sin ayuda. Pero, en caso de que sus colegas rindan y se conforme un buen bloque (al que se suman los refuerzos que el eslovaco arrastra desde Tinkoff) es importante señalar que podría gozar de una formación íntegra a sus órdenes, con todo lo que eso implica.

Si Sagan es lo que es corriendo en escuadras con otros gallos de entidad, ahora que arriba a un Bora a su medida, todo indica que no compartirá filas con nadie. Y si lo hace (se especula con Rafal Majka) está clarísimo quién es el capitán de este barco.

Por si quedaran dudas en ese sentido, el hecho de que los alemanes hayan contratado a su hermano Juraj y a su fiel Bodnar (más sus compatriotas Kolar y Baska) es prueba de ello. Juraj es un ciclista mediocre, pero es clave en el aspecto personal para el campeón mundial, motivo por el que Denk y compañía no dudaron en sumarlo a la transacción.

–Dinero: Pese a que se escucharon diversas cifras, el monto del contrato de Sagan no se hizo público, aunque sí trascendió que supera al del resto de las estrellas del lote, con cifras más propias del fútbol que del ciclismo. Sin embargo, es bueno señalar que Bora no invierte su presupuesto en el fichaje de Peter Sagan sino que el fichaje de éste multiplica el presupuesto de Bora.

Con la adición del “rockstar” del deporte pedal y sus resultados deportivos garantizados, las oficinas de la gerencia del conjunto teutón recibirán numerosas propuestas de patrocinadores ávidos de invertir su dinero en una empresa que será vidriera segura para sus marcas.

Sin ir más lejos, Specialized (empresa que sigue al pelilargo) es el ejemplo de ello y aportará parte del salario del afamado ciclista y los materiales para la estructura. Además, ya circulan varios nombres importantes que pujan por subirse al bote.

Obviamente, Hansgrohe, que estaba interesada cuando se proyectó saltar al World Tour y por eso será el co-patrocinador principal.

–TV: Tras años de veto por los casos de dopaje, la televisión pública de Alemania dejó de transmitir el Tour de France. Recuperado el evento para los espectadores de dicho país hace poco, y con la partida de la próxima edición del Tour 2017 programada en Dusseldorf, el fortalecimiento de otra escuadra alemana no hace más que marcar la salud de este deporte en el país en cuestión.

No sólo eso, según fuentes cercanas al gobierno, habría un pedido para sumar eventos a la grilla y conversaciones para cerrar cuantiosos acuerdos de publicidad. El fichaje de Sagan tiene revolucionados a los germanos, que no pueden esperar por ver a su nuevo niño mimado en las clásicas o vestido de verde en el Tour.

*En contra:

Como suele suceder, no todo es positivo y hay algunas cuestiones con las que el eslovaco deberá lidiar.

–Equipo inferior: Así como señalamos que tendrá un bloque íntegro a sus pies, hay que reconocer que, salvo que lleguen refuerzos, los efectivos del Bora son menos experimentados y fuertes que los de sus anteriores equipos.

Compartiendo filas con vueltómanos y todo, Sagan siempre tuvo gente de contrastada trayectoria para arroparlo en las clásicas y, salvo Bodnar, todo indica que eso no sucederá aquí. Como sea, el eslovaco ha superado todos los retos que se le presentaron en su carrera y ese sería uno más.

En la conferencia de prensa realizada, Denk avisó que rodearían a su nuevo pupilo con un grupo de clasicómanos de envergadur, pero hasta que eso se concrete, las evaluaciones son en torno a lo que hay, y esto es poco. Veremos cuánto le queda en la billetera al manager para cumplir con su promesa.

–Idiosincrasia: Más maduro y calmo, el campeón mundial no deja de ser foco de atención por lo que hace o deja de hacer. En su interior todavía es un chico y, a veces, comete exabruptos que la estructurada sociedad alemana no le permitirá.

Por ejemplo, el incidente con la azafata del Tour de Flandes (le tocó el trasero en el podio), sería imperdonable en Bora, aunque sus piruetas en meta serán bien vistas y debería centrarse en ellas o en las parodias televisivas.

De todos modos, el Sagan que llega es más maduro, está casado y conoce el juego mediático y sus límites, por lo que es poco probable que ocurra algo similar.

–Presión: De la mano con todo lo demás está la presión. El hecho de cobrar casi 6 millones de euros, ser el buque insignia del equipo y el único corredor capaz de ganar, se convertirán, de a poco, en una pesada losa si el eslovaco no aporta.

Al igual que con otras figuras del lote, un 2° puesto sabe a poco para él, y tendrá el duro reto de seguir obteniendo victorias en una formación inferior a todas las que estuvo antes, al menos, hasta que se demuestre lo contrario.

*Conclusiones:

Si Bora no sigue rompiendo el mercado, Sagan será amo y señor de un equipo por primera vez en su trayectoria. ¿Se imaginan un bloque entero trabajando para él? Sus límites, que aún no se conocen, serían superiores y es impensado hasta dónde puede llegar.

Como dijimos, sus números son impactantes, y podrían serlo todavía más si se logra hacer funcionar el nuevo bloque.

El beneficio para las partes se antoja brutal, con el campeón mundial embolsando montañas de dinero y gozando de los beneficios deportivos de ser el líder absoluto, mientras que los demás pueden correr con menos presión y aprender del capo.

Eso, sin olvidar el apartado comercial, con los sponsors alemanes sacando provecho de su incorporación y, por consiguiente, dando un enorme impulso al ciclismo de ese país, relegado por años debido a diferentes escándalos.

Si todo sale como es debido, Bora podría superar al Giant y hasta convertirse en el nuevo T-Mobile, conjunto que fuera emblema del ciclismo germano y mundial. Tanto es el poder y carisma de Sagan, que ninguna opción es descabellada.

Será cuestión de esperar que sus compañeros se acoplen a las exigencias del World Tour y de su flamante capitán, dueño del destino de la escuadra y, a los 26 años, con un margen de crecimiento notable que augura múltiples alegrías a quienes se arriesgaron a ficharlo.

Pablo Martín Palermo

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