Argos Shimano: el ejemplo del World Tour

Por @pmpalermo

Lejos quedaron los tiempos en los que el pelotón gozaba de gran cantidad y calidad de equipos, con España por caso, con siete formaciones entre los Pro Tour y los Continentales en el 2005, y la misma historia repitiéndose en casi todos los países con cierta tradición en el ciclismo.

Dentro de la abundancia reinante y casi inadvertido, surgió esa misma temporada el Shimano Memory Corp, un conjunto diminuto en el que militaron caras conocidas en el grupo como las de Stefan Schumacher, Laurens Ten Dam o Yukihiro Doi.

El polémico alemán, que luego pasaría a Gerolsteiner, fue la figura destacada de esos duros inicios en los que gozaron con alguna victoria de cierto nivel como la obtenida por él en la general de la Ster Elektrotoer.

Con base en Holanda y sponsor Japonés, el modesto equipo cambió su denominación en 2006 y se llamó Skil Shimano los siguientes seis años, período en el que creció lenta pero progresivamente, gestando el embrión de la estructura que hoy es modelo dentro del World Tour.

Poco a poco, una inversión mayor, la llegada de nuevos pedalistas y las tácticas combativas aplicadas en carrera, granjearon cierto respeto hacia los dirigidos por Iwan Spekenbrink, el joven dueño y Manager general.

Pero el cambio de paradigma dentro de esta historia se produjo en 2009 cuando ASO reconoció la valía del novel combinado y le cursó una invitación para el Tour de Francia, la máxima cita posible del mundo pedal, en la que alinearon sus más finos intérpretes, destacando a Cyril Lemoine, Fumiyuki Beppu, Jonathan Hivert o Koen de Kort, quedando éste último como el mejor colocado en la general, a casi tres horas del ganador.

Entusiasmados por las buenas prestaciones, los patrocinadores incrementaron el apoyo económico, llegaron más corredores y con ellos los resultados, desembocando por ejemplo, en las 27 victorias conseguidas en 2011 por Veelers, Van Hummel y Kittel solamente.

Siempre conscientes de sus limitaciones, sin líderes para las clasificaciones generales y con una fuerte política anti dopaje, los directores del proyecto mantuvieron su norte y no se equivocaron: en 2012, en simultáneo a sus cambios de nombre por el de 1T4I primero y Argos Shimano después, recibieron una nueva invitación para la Grande Bouclé.

Los principios éticos, la constante incorporación de jóvenes valores y los resultados deportivos acordes a sus posibilidades fueron los disparadores de dicho reconocimiento, acontecido en medio de una fuerte crisis por los incesantes casos de doping.

Si bien no destacaron sobremanera en Francia, con de Kort nuevamente como el más sobresaliente y a varias horas de Wiggins, los de Spekenbrink se lucieron en la Vuelta a España de la mano de una de sus estrellas emergentes, el alemán John Degenkolb, quién monopolizó las llegadas masivas y se quedó con cinco sprints.

Meses después, casi para navidad, los impulsores del 1T4I (siglas que en inglés significan espíritu de equipo, inspiración, integridad, progreso e innovación) aplicaron para una licencia World Tour con éxito, tras esperar un año luego de haber sido rechazados 12 meses antes.

Ya en 2013, la progresión no sólo continuó sino que se acentuó, llegando a la cima cuando Marcel Kittel, mejor velocista de ese Tour de Francia con cuatro parciales, se vistió de amarillo en el que podría ser el momento cúlmine en las nueve temporadas de vida de la formación.

Con Warren Barguil destapándose en la Vuelta y la incorporación de Lawson Craddock y Chad Haga de cara a desarrollarlos como vueltómanos, el futuro parece aún más auspicioso que el presente.

Pero por si eso fuera poco, la institución modelo del ciclismo actual, anunció en las últimas horas la creación de un conjunto filial sub23 inscripto como Continental, cerrando el círculo de una trayectoria brillante que por suerte parece tener muchos capítulos por delante.

Argos Shimano es la otra cara de este deporte, en tiempos en que los patrocinadores abandonan el barco y muchos pedalistas quedan en la calle, los holandeses siguen apostando con decisión y su proyección se antoja monstruosa si se mantienen por la senda trazada, la misma que los llevó en una década a ser el espejo del resto y que puede conducirlos en breve a forjar toda una dinastía.

Pablo Martín Palermo