Bernard Hinault: “Cookson es la persona adecuada para dirigir el ciclismo mundial”

Por @pmpalermo

Pocas personas están más autorizadas para hablar de ciclismo que Bernard Hinault, uno de los máximos ganadores de la historia de este deporte gracias a un talento extraordinario pero también a su carácter impetuoso.

Hinault es el último francés que ganó el Tour y trabaja hace años haciendo de embajador para ASO, empresa que organiza la grande bouclé y otras competencias de primer nivel, además de la famosa Etapa, que por caso, se disputará en Argentina el fin de semana próximo.

En fechas sumamente importantes por la disputa de los campeonatos del Mundo y las elecciones presidenciales, Hinault accedió amablemente a responder las preguntas de Ciclismo Internacional, dejando clara su postura en torno a Cookson y McQuaid.

Pero también opinó sobre el triunfo de Chris Froome en la ronda gala y contó sus expectativas de cara al la que será su primera visita a nuestro país en el marco de la disputa de la Etapa Argentina del Tour.

¿Cómo es un día habitual para Bernard Hinault?

La verdad que soy un hombre como todos y que el día a día de mi vida es el de cualquier persona normal, dividida entre el trabajo y la familia. Sin embargo paso entre 130 y 140 días fuera de casa cada año. Lo requiere mi empleo de relación publica con ASO, la sociedad que organiza el Tour de Francia entre otros muchos eventos deportivos. Entonces sí, es verdad que mi vida es un poco diferente de la de una persona que está todo el día en su casa.

¿Sigue montando en bicicleta?

Después de abandonar mi carrera como ciclista, no monté en bici durante casi veinte años. Dediqué mi tiempo libre a cosas totalmente diferentes, cosas que mi carrera como ciclista no me permitió hacer. Sin embargo, hace seis años, me volvieron las ganas de pedalear de vez en cuando. Y es un verdadero placer hacerlo. Lo hago porque y cuando me gusta, sin ninguna obligación. Suelo salir dos o tres veces a la semana. La semana pasada por ejemplo, recorrí unos 300 kilómetros.

Pronto vendrá a la Argentina como embajador de ASO para la Etape. ¿Conocía este país? ¿Qué opina del Tour de San Luis? ¿Y qué del ciclismo de Argentina?

Ese va a ser mi primer viaje a la Argentina. Lo único que sé, es lo que he leído y las imágenes o los reportajes que vi en la televisión. Desde que sé que voy a viajar a vuestro fascinante país, me estoy informando bastante y leo todo lo que puedo encontrar que hable de Argentina. Me encanta descubrir países nuevos, encontrar pueblos que todavía no conozco. En los años ochenta, estuve en Estados Unidos y en Colombia, pero son mis únicos viajes hasta la fecha al continente americano, de tal forma que estoy con muchas ganas de viajar a la Argentina y conocer mejor a vuestro país y a vuestro ciclismo.

Es difícil para mí decir lo que opino del Tour de San Luis porque no he tenido la oportunidad de ver la carrera; sin embargo todas las personas que han estado allí me hablaron muy bien de aquel evento. Por lo que se refiere al ciclismo argentino, tampoco lo conozco muy bien porque son muy pocos los corredores argentinos que vienen a correr en Europa. Creo que mi estancia en vuestro país va a ser una buena oportunidad para, además del país, conocer también a vuestro ciclismo y vuestros ciclistas de más cerca.

¿Qué le pareció el último Tour de Francia?

¡Me encantó! Ha sido muy apasionante, sobre todo porque el Team Sky no dominó la carrera tal como lo hizo el año anterior. Eso dejó mucho más espacio a otros equipos, otros corredores y el espectador disfrutó de una gran espectáculo. Nairo Quintana ha sido la revelación de la carrera realizando un Tour fabuloso y, según mi opinión, no muy lejos de ganar la carrera. Seguro que lo conseguirá muy pronto. Me encanta su forma de correr. Creo que también hubiéramos podido ver a Valverde peleándose para ganar el Tour. Desafortunadamente su equipo cometió un grave error el día en que sufrió un percance mecánico, el famoso día de los abanicos. Tenía que cambiar de bicicleta con un compañero en vez de cambiar la rueda. Eso es lo que siempre hay que hacer en similar circunstancia, lo que hubiera tenido que haber dicho el director a sus corredores. Un error que costó al español el podio de París.

¿Hubo alguna similitud entre lo que paso entre Ud. y Lemond en 1986 con lo que vivieron Froome y Wiggins en 2012?

No, no tiene nada que ver. Yo en el 1986, di mi palabra y la respeté. Las cosas eran muy claras de antemano. El año pasado, las cosas no parecían tan claras. No lo sé la verdad; pero en mi opinión, al haber tenido la libertad de hacer su propia carrera y no tener que esperar a Wiggins en la montaña, estoy convencido de que Froome hubiera ganado la edición 2012 del Tour.

¿Qué siente cada año cuando saluda en el podio al ganador del Tour y luego se descubre que era tramposo?

Me siento muy feliz cada día después de cada etapa cuando me toca subir al podio para felicitar al ganador. Me encanta hacerlo. Es un honor. Sin embargo cuando se descubre luego que uno de esos corredores es un tramposo, me siento inmensamente triste. Triste por el engaño y por el ciclismo en general. Quien quiere de verdad al deporte lo hace sin trampas; en caso contrario significa que sus intereses son otros. ¡Y eso es un robo! ¿Saben cuál es la solución? Creo que la tengo. Los corredores que hacen trampas tendrían que tener que devolver toda la plata que ganan gracias a sus trampas. Porque si hacen trampas, es con la intención de ganar más dinero. ¿No cree? Esa es mi opinión personal claro pero creo que tiene fundamentos.

¿Porque Francia nunca pudo volver a ganar un Tour?

¡Ojalá lo supiera y tuviera la solución! Desgraciadamente no lo sé y tampoco tengo la solución. Sin embargo hay que notar algo. Tenemos juveniles y sub 23 que están entre los mejores corredores del mundo y una vez que pasan  a profesionales la mayoría ya no consigue resultados. ¿Por qué? ¡Esa es la pregunta que tenemos que hacernos! Creo saber porque: los jóvenes de hoy en muchos países y entre ellos Francia, lo tienen demasiado fácil. Son súper pagados y tienen todo a disposición desde las categorías inferiores: las mejores bicicletas, el mejor material, salarios buenos. ¿A qué van a sufrir en los entrenamientos y en las carreras si lo tienen todo sin tener que esforzarse? Por eso creo que el futuro del ciclismo está en países donde los jóvenes aún tienen hambre, donde el ciclismo les permite tener una vida mejor. ¿Por qué de repente volvemos a ver tantos corredores colombianos buenos? Porque tienen hambre, porque el ciclismo les permite conseguir una vida mejor para ellos y sus familias. En breve, pasará lo mismo con el ciclismo africano, como pasó antes con los países del Este. La gente en occidente decía “son tan fuertes porque se dopan”. Eso no es verdad: “eran tan fuertes porque el ciclismo les permitía, y sigue haciéndolo, tener una vida decente, porque ser ciclista en su país les permitía tener ventajas sociales, una casa donde alojar a su familia. Eso es. ¿Por qué se van a cansar los jóvenes occidentales cuando lo tienen todo sin esforzarse? En mi época y las anteriores era así también en Europa en muchas familias: uno podía elegir entre ser trabajar en el campo o en la mina o ser ciclista. El ciclismo era la única forma que teníamos para mejorar nuestro nivel de vida.

¿Cookson o McQuaid?

Cookson, sin duda alguna. Hay que cambiar las cosas tal como son ahora. En ninguna institución se tendrían que permitir más de dos mandatos consecutivos. Eso no es democracia. Eso es dormirse cuando la vida tiene que ser una evolución permanente, y así el ciclismo. Se necesita limpiar lo que hay, se necesitan ideas nuevas, soluciones nuevas. No le conozco personalmente como persona pero conozco la trayectoria de Brian Cookson en el ciclismo y eso me permite decir que es la persona adecuada para dirigir el ciclismo mundial, para que salga definitivamente de los problemas en cuales está  metido y para que crezca como se lo merece, a todos los niveles.

Pablo Martín Palermo