Conclusiones luego de Liège – Bastogne – Liège

Por @pmpalermo

Con la disputa de la Decana terminó la semana en las Ardenas pero no el trabajo de ciclismointernacional.com, puesto que toca analizar lo sucedido en el cuarto Monumento de la temporada, donde Alejandro Valverde sumó una nueva diana a su brillante palmarés.

*Contemporáneos de un grande: intratable. Esa sola palabra define el estado del murciano esta semana, en la que se dedicó a recolectar premios de todo tipo y color que lo convirtieron en el nuevo líder del World Tour y en uno de los pedalistas más laureados de la historia en Flecha y Lieja. 

Para Valverde se trata de su tercera Decana, y la curiosidad es que obtiene por segunda vez en su carrera el doblete Flecha-Lieja en una misma temporada, algo que no sucedía desde que Ferdi Kubler hiciera lo propio en 1951 y 1952.

El jefe de filas de Movistar, suma ahora seis clásicas de las Ardenas en su currículum y 14 podios en total, incrementando la cuenta en sus años de madurez pese a ser la rueda más marcada del pelotón. Otro dato: entró entre los siete mejores en sus últimas nueve participaciones en las Ardenas, es decir, que en 2012 fue la última vez que no estuve con los mejores.

Para sus críticos, ya quedó clara nuestra postura hace unos días (España debe una disculpa a Valverde) pero además, ratificó su poderío en el cierre de Lieja, donde todos lo miraban a él y preferían que Dani Moreno ganara antes que salir en busca del atleta de Katusha con el murciano a rueda.

No sólo conectó con Moreno, sino que luego tuvo energías para imponerse al sprint, obteniendo así, su tercera edición de la más antigua de las competencias del calendario, logro que lo deja a tiro de los máximos campeones aquí, Argentin (4) y Merckx (5).

Por todo eso, no queda más que disfrutar el hecho de  ser contemporáneos de uno de los más grandes ciclistas de todos los tiempos, algo que será reconocido por sus compatriotas en el futuro, cuando no tengan quien anime sus fines de semana.

*La aparición de una estrella: ya le dedicamos un artículo completo como nuestro Corredor de la semana, pero bien vale mencionar aquí al joven Alaphilippe, la sensación de los últimos días merced a sus prestaciones en el tríptico de las Ardenas.

El de Etixx fue 7° en Amstel y 2° en las otras dos, ratificando que no fue ninguna casualidad lo realizado, pero además, sentando las bases para dar el único paso que le falta y subir a lo más alto del podio. Con apenas 22 años, está claro que tiene más de una década por delante para intentarlo.

Lo mejor de todo, fue el modo en que se codeó con los grandes gallos, haciendo gala de una frialdad mayúscula para manejarse en los compases definitorios donde, por ejemplo, el propio Kwiatkowski falló en 2014, saltando antes de tiempo.

Y ya que mencionamos al campeón del mundo, y sin que esto sea una crítica para él, hay que recordar que Alaphilippe aguantó y tuvo suceso allí donde el polaco flaqueó, haciéndose acreedor de mucho crédito de cara a la renovación del contrato y su preponderancia dentro de la escuadra.

*La solidez del Katusha: no ganaron pero estuvieron cerca y, al menos, lo intentaron. Hablamos del equipo ruso y no sólo de lo hecho en Lieja, porque hay que recordar que en Flecha rozaron el podio, que sí obtuvieron en Ans.

Su equipo corrió muy atento, trabajando toda la jornada y entrando en los cortes: en primer lugar, con Giampaolo Caruso marchándose junto a Kreuziger y Fuglsang en Roche-aux-Facons, y el la parte final con Dani Moreno, que ha acabado décimo tras un intento a 1000 metros del cierre que sólo pudo ser neutralizado por Valverde.

Se quedaron con las manos vacías y es cierto que la gente sólo recuerda a los ganadores, pero la semana de Caruso, Moreno y Purito es para aplaudir, porque nunca escaparon al favoritismo y se mostraron vigentes aún con el paso de los años, que sí han hecho mella en la punta de velocidad del catalán.

*Henao vuelve por sus fueros: fue la sensación en País Vasco por su regreso a los primeros planos y confirmó lo allí realizado con excelentes prestaciones en las nerviosas y exigentes clásicas de las Ardenas, donde sobrevivió las interminables caídas y coronó los esfuerzos con buenos resultados.

Es que, tras reservarse en Amstel (poco propicia para sus facultades), sacó a relucir todo su talento en citas del género para clasificar 7° en Flecha y Lieja, sin brillar ni realizar exhibiciones, pero muy sólido y presente entre los mejores a la hora de la verdad.

El colombiano dio la cara por su patria y por Sky, escuadra que de no haber sido por él, hubiera pasado inadvertida esta semana. Pero además, si alguno tenía dudas sobre su recuperación, el de Rionegro las despejó rotundamente, posicionándose muy bien en la estructura de cara a lo que vendrá.

*Costa se redime: nadie puede negar las cualidades del luso, pero el año pasado terminó con sabor a poco luego de que el de Lampre fallara en sus dos máximos objetivos: las Ardenas y el Tour de Francia. Pues bien, no se puede decir que ya haya revertido la historia, pero sí que está a mitad de camino.

Arropado por una escuadra muy sólida, Costa se hizo cargo del resto, clasificando adelante en las dos competencias en las que tenía opciones dadas sus características físicas: Amstel y Lieja. En la clásica de la cerveza fue 4°, superado por tres atletas veloces como Kwiatkowski, Valverde y Matthews, mientras que en Ans repitió resultado, quizás por gastar energías peleándose con Alaphilippe en la volata.

En una campaña en la que arrancó más suave pensando en julio, sus resultados no dejan de ser excelentes y al alcance de pocos, ya que fue 4° en París Niza y las dos clásicas ardenesas y 7° en la exigente Itzulia. Veremos cómo le va en el Tour, pero va bien encaminado y ya rectificó su mal pasar de hace un año.

*Las ganas de Astana: en una semana en la que recibieron la noticia de su continuidad en el World Tour, los kazajos se regalaron buenas actuaciones en las Ardenas, fundamentalmente de la mano de Jakob Fuglsang en lo que a resultados refiere.

Eso no quita que Nibali, sin su mejor condición, haya probado hasta el hartazgo. Es más, el Tiburón fue gran protagonista en momentos puntuales de Amstel, Flecha y Lieja. Pero, principalmente y como habían anunciado, los celestes declararon la guerra en la última de las tres clásicas.

Allí, a 77 kilómetros de meta, desataron una ofensiva en toda regla entre Stockeau y Côte de la Haute Levée, que parecía promisoria y acabó en nada, con Scarponi luchando por extender su fuga junto a Chaves, en vano.

Sólo sirvió para que sus líderes viajaran a rueda en el mayoritario, pero luego no tuvieron con qué responder y debieron conformarse con el 9° puesto de Fuglsang, quien también fue 8° en Flecha, redondeando una buena semana.

*Sigue la tendencia en contra de la historia: es que, otra vez, un Monumento o clásica importante, tiene su definición con un nutrido grupo de corredores disputándose la gloria, algo que hace 15 años hubiera sido casi imposible.

Así, hace unas semanas, siete hombres lucharon el embalaje en el velódromo de Roubaix, 17 hicieron lo propio en la Amstel el domingo pasado,  y luego se repitió la tónica en el Mur de Huy, donde usualmente se veía a un pedalista destacado desde los 400 metros previos a la línea de meta.

Lieja no fue la excepción, y una docena de atletas coronaron la Saint Nicolas, sumándose varios más en el descenso posterior. Hemos repetido hasta el cansancio que los ciclistas hacen las carreras y no los organizadores, por lo que aquí la responsabilidad es del pelotón, donde el temor se hizo moneda corriente y ya nadie arriesga desde lejos, salvo que no tenga nada que perder.

Por eso, con los favoritos atados por miedo a perder, todo se reduce a lo que puedan hacer en los kilómetros conclusivos de las pruebas en cuestión, atentando contra el espectáculo. Está claro que cada uno defiende su sueldo pero, por ejemplo, muchos de los que critican a Valverde seguramente lo apreciarían más si rompiera desde larga distancia en vez de esperar un embalaje.

El exitismo reinante y la presión por los resultados está destrozando el show, ese que Eddy Merckx, Bernard Hinault y demás ídolos supieron regalar a los fanáticos y que hoy se echa en falta con competencias larguísimas en las que sólo las caídas animan los kilómetros que preceden el desenlace

*La mala suerte de…: Gerrans, Wellens, Martin y Vanendert. No hay mucho que explicar respecto a esto, pero sí resaltar que las nerviosas carreteras ardenesas se cobraron numerosas víctimas y, entre ellas, a dos de los máximos favoritos, como Vanendert y Martin.

Además, como si no hubiera tenido suficiente castigo esta campaña, Gerrans besó el suelo por duplicado en Lieja, marchándose a casa por la puerta de atrás cuando partía con ilusiones de estar entre los que se disputaran la gloria.

Párrafo aparte para Wellens, uno de nuestros 10 corredores a seguir, que sufrió un pinchazo en el peor momento, justo cuando Astana desencadenó el caos en Stockeau. El belga ya nunca pudo conectar y perdió sus opciones tras haber regalado buenas sensaciones en Amstel y Flecha.

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Pablo Martín Palermo

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