Dani Díaz: “Mi sueño es establecerme en Europa y correr el Tour de Francia”

Por @pmpalermo

Casi como si de una ley se tratara, el salteño Daniel Díaz tuvo su “Tour malo” en San Luis. Es que, de 2013 a esta parte, se repitió el patrón, alternando un título con un resultado mediocre, al menos, para alguien como él, experto dominador del evento.

A los amantes de los números les interesará saber que Díaz fue 1° en 2013, 41° en 2014, 1° en 2015 y 40° hace una semana, un sube y baja lineal que, de repetirse, augura grandes alegrías al pedalista de Delko.

Pero poco le importa eso a él, ya asentado en Francia y a horas de estrenarse allí, en el GP Marseillaise. “No estoy nervioso para el debut”, dice a ciclismointernacional.com. “Espero hacerlo bien en la primera parte de la temporada. Estoy haciendo las cosas como se debe y , tarde o temprano, se va a ver reflejado en los resultados”, acota.

Tranquilo, en una condición física aceptable y respaldado por su nuevo equipo, “Dani” repasa lo sucedido en San Luis, donde esperaba estar más adelante. “La caída en la Vuelta a San Juan influyó un poco y tuve que cambiar el entrenamiento. También se notó en cómo encaré el año por estar en otro conjunto”, narra con su habitual tranquilidad.

Lejos de los más fuertes en la montaña, Díaz atacó en la etapa con cierre en Juana Koslay, un calco de su Tour 2014. “Lo de la etapa de Koslay fue casualidad, me sentía bien y lo intenté. Trabajamos bien y llegamos a jugarnos la victoria”, desestima, confirmando que no estaba planeado.

“Los primeros kilómetros siempre la fuga tiene las de perder. Pero después, como se venían dando las cosas, y las curvas que restaban, pensé que podíamos llegar. La caída terminó de ayudarnos. Probé a 3000 metros y no tenía las piernas para irme solo”, continúa, para hacer referencia al incidente del hombre de Movistar. “Donde cayó Malori no recuerdo haber visto un bache”.

El salteño es directo y sincero, por lo que no esquiva temas espinosos, y responde a aquellos que dudan de él porque “sólo” consiguió resultados en San Luis durante los últimos años. “No me molesta. Sé lo que logré y cómo lo logré. Todo a base de esfuerzo y sacrificio. Estoy feliz con lo que hice y ahora espero repetir en estos nuevos desafíos”, tira.

Lo acepte o no, Díaz llega al viejo continente con el recuerdo de su arrasador paso por la categoría amateur española y las coronas puntanas en el bolsillo, motivo por el que muchos ojos estarán posados sobre sus hombros. “No es cuestión de demostrar nada, simplemente de hacer lo que más me gusta del mejor modo en Europa”, comenta, pero enseguida redobla la apuesta: “Mi sueño es establecerme del todo aquí y correr el Tour de Francia”.

Centro de toda la atención hace un año en suelo puntano, dejado algo al margen por su debacle ahora, el líder del Delko asume con pragmatismo la situación. “El exitismo es parte del ciclismo y hay que acostumbrarse. Los flashes del periodismo no estaban conmigo, pero la gente sí y, además, estuvo mi familia para compartir”.

Tras varios meses concentrado en altura con calores extremos, Díaz es consciente que puede sentir el golpe del invierno europeo, pero su máximo reto está más adelante en el programa y se muestra calmo al respecto. “El clima me va a afectar hasta que me adapte. Pero yo quiero llegar del mejor modo a París Niza, tengo tiempo y, después de un par de carreras aquí, ya voy a estar mejor”, dice.

“Mi calendario pasa por Francia en lo inmediato, con la París Niza como foco. Después Flecha Valona y Tour de Turquía”, descubre quien, a los 26 años, posee una madurez notable, crucial en sus aspiraciones. “Respecto a mi anterior paso por Francia, aprendí a estar más tranquilo, tengo otra mentalidad para encarar la temporada”, concluye.

Mucha agua corrió bajo el puente desde que Díaz saltó a la fama en España, allá por 2010. Dos títulos en San Luis, uno en el nacional y varios desencantos, forjaron un atleta que, a punto de iniciar un periodo clave como profesional, se muestra más calmo que nunca.

Con la posibilidad de hacer un buen calendario y la sabiduría que otorgan las batallas, todo se presta para que el salteño cumpla la cita que el destino viene evitando hace rato, la de convertirlo en el mejor vueltómano argentino, claro está, junto al brillante Eduardo Sepúlveda. Que así sea.

Pablo Martín Palermo

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