El mejor de 2014: ¿Valverde, Kwiatkowski o Contador?

Por @pmpalermo

Con la temporada ciclista terminada y, mientras los pedalistas disfrutan de un merecido descanso, llega un período en el que toca repasar lo acontecido en este vibrante 2014, comenzando por la elección del mejor ciclista de la campaña.

Sinceramente, a la hora de seleccionar a los candidatos no hubo muchas dudas y sólo tres atletas ocuparon nuestra atención debido a la cantidad y calidad de sus días de competición: Alejandro Valverde, Michal Kwiatkowski y Alberto Contador.

Pero antes de descubrir al vencedor, vamos a repasar rápidamente las estadísticas de los nominados:

Contador se fue de vacaciones con 9 dianas (6 etapas y 3 generales) sin olvidar que, a excepción del Tour de Francia donde abandonó por caída, luego fue 2° en todas las demás carreras en las que tomó la salida y no ganó.

Por su parte, Valverde levantó los brazos en 11 ocasiones pero sólo se hizo con una general (Andalucía); por contrapartida, obtuvo una multitud de clásicas, añadiendo además 16 podios de alta alcurnia en citas como Vuelta a España, Il Lombardía, Mundial o Lieja, muestra evidente de su talento y regularidad que, aunque no la contabilizamos como triunfo, le permitió quedarse con el ránking World Tour.

Finalmente, el polaco no fue menos y su currículum es igualmente impactante, con 9 alegrías entre las que sobresalen el Mundial de Ponferrada, la Strade Bianche o la Volta ao Algarve, amén de 12 podios extra en Itzulia, Tour de Gran Bretaña o las Ardenas.

Ante semejantes prestaciones la elección fue definida por el nivel de las victorias, el contexto de cada ciclista y el modo en que fueron obtenidas, decantándonos por Alberto Contador y sus aplastantes exhibiciones ofensivas en una campaña clave como pocas en su trayectoria.

Es que el de Pinto debía retornar a la senda del éxito para demostrar que no estaba acabado y no sólo lo hizo sino que añadió un plus con lo sucedido en la Vuelta a España, cita a la que llegó casi en muletas y triunfó, metiéndose en los libros de historia con increíbles estadísticas que lo colocan como uno de los más importantes exponentes en el historial de la ronda patria.

Que esto no confunda a los fans de los otros dos corredores aquí en cuestión porque ya hablamos de ellos, y así, caratulamos este curso como el más ofensivo en la historia de Valverde o al polaco como un atleta que no conoce sus límites y gozó de un año maravilloso.

Aclarado este punto ahora sí vamos a explayarnos en las actuaciones del madrileño para poder justificar plenamente su elección. Todo comenzó en Algarve, donde nuestro protagonista terminó 2° en la general por detrás de un intratable Kwiatkowski y se impuso en el final en Alto do Malhao, buen presagio de lo que vendría.

La siguiente parada fue la prestigiosa y dura Tirreno Adriático en la que se cobró revancha sobre el polaco de Omega y le propinó una dura lección en la jornada con final en el Muro di Guardiagrele, donde el español lanzó una ofensiva lejana en Passo Lanciano para arribar en solitario. El día previo ya había salido victorioso en Cittareale.

Lejos de bajar el pistón, Contador fue de la partida en la Volta a Catalunya; allí acabó 2° apenas 4″ detrás del local Purito Rodríguez y con dos podios de etapa. Por último, puso fin al primer bloque competitivo en la exigente Itzulia.

En la hermosa competencia vasca se volvió a mostrar desatado, venció en la fracción incial, lideró toda la  semana y sólo fue relegado por Tony Martin en la crono que cerró la prueba, dejando sensaciones auspiciosas de cara al Tour, tras un regreso sin fisuras en todos los terrenos.

Un extenso descanso y su primera concentración en altura dieron paso al momento cúlmine del curso, comenzando por el Dauphiné, donde fue el único que soportó al impresionante Froome de los dos primeros días, para luego asestarle un brutal golpe psicológico. Contador no ganó, pero dejó expuesta la peor cara del keniata y salió altamente reforzado.

Lo sucedido en el Tour es por todos conocido, y mucho más la hazaña de la Vuelta, donde se impuso a lo más selecto del pelotón, lideró 11 días y fue campeón por tercera ocasión en la misma cantidad de participaciones.

Por todo lo antes expuesto, y sin desmerecer ni olvidar a otros monstruos como Vincenzo Nibali o Nairo Quintana, es inobjetable que Alberto Contador es el ciclista de 2014, porque no se escondió nunca ni se enfocó en un sólo objetivo, y porque soportó la enorme presión de demostrar a propios y extraños que sigue siendo el de sus mejores épocas.