Entrevista-Alessandro Petacchi: “Un top 5 en la San Remo y el Giro”

Por David Hunter

Esto sí que es un palmarés:

22 victorias de etapa en el Giro, 20 etapas en la Vuelta, 6 en el Tour, ganador de la clasificación por puntos en las tres grandes vueltas, vencedor de la Milan-Sanremo, Paris-Tours y Scheldeprijs. Sin exagerar, uno de los mejores sprinters de todos los tiempos, ¡y él está de vuelta! Sí, a los 41 años, AleJet firmó con el Southeast, el Neri Sottoli hasta hace unos días.

Increíblemente, esta será su 20° temporada como profesional, algo difícil de lograr. ¿Cuál será su secreto? Él lo responde: “Tengo motivación, que es muy importante. Además un buen motor, clave para entrenar”, dice a ciclismointernacional.com

Pese a ello, ya no le es tan sencillo seguir activo: “Los primeros 15 años fueron fáciles, ahora me cuesta la recuperación y quedo muy cansado luego de entrenar duro. También cuesta el invierno, porque entrenas tres días y luego recuperas. En cambio en las carreras es fácil, no así en los entrenos solitarios durante meses”, cuenta.

Su futuro no estaba asegurado hasta hace muy poco, y cuando terminó contrato con Omega, todo indicaba que se tendría que retirarse. Hasta que habló con Angelo Citracca, el director de su nueva casa: “Sí, pensé que todo terminaba luego de Omega, pero me llamó Citracca para decirme que tenía muchos jóvenes que necesitaban mi experiencia. Hablamos unas cinco o seis veces sobre el proyecto, la temporada, las carreras y llegamos a un acuerdo. Es cierto, mis compañeros son muy jóvenes y creo que puedo hablarles, ayudarlos a entrenar, enseñarles tácticas para los sprints y sobre el Giro”, explica.

“Cuando cambio de equipo necesito motivación y si creo que sólo se trata de entrenar y correr, como un trabajo, entonces algo no va bien. Ya he ganado mucho y necesito algo distinto para seguir. Ahora lo tengo: chicos jóvenes en un equipo más pequeño y con menos stress. Esto es lo que necesitaba”, descubre. 

El rol de mentor es uno que le sienta a la perfección a Alessandro. Tendrá la oportunidad de estar en grandes eventos pero ayudar en el desarrollo de los más chicos es lo que lo entusiasma hoy. Ya que hicimos mención a sus incontables triunfos,  le preguntamos cuál fue la mejor de todas: “Milan-San Remo. Amo San Remo. En 2015 recuperan el trazado que tenía cuando la gané en 2005 y por eso quiero correrla sí o sí, porque quizás sea la última. Para mí es la mejor carrera del mundo, me encanta su longitud y que es sencilla pero a la vez difícil. Tiene secretos, si gastas mucho en el inicio entonces no tienes chance, porque sprintar luego de 270 kilómetros es diferente y más duro. Encima los últimos años hizo mucho frío y eso es un problema. No sé por qué me gusta tanto, pero lo traigo de pequeño. Fui 4^°en 2004 y entonces decidí cambiar cosas, perdí 2 kilos y al año siguiente la gané. Además fui 2° en 2006 y 3° en 2010, sin olvidar algunos 4° y 5°, muestra de que siempre estuve adelante. Es diferente,  una belleza”, describe nuestro ilustre invitado.

Cuando se entrevista a un corredor de esta envergadura es imposible no preguntarle por su pasado: “Los tres mejores momentos de mi carrera son San Remo, mi primer triunfo en el Giro, donde además me vestí de rosa, y subir al podio del Tour con el maillot verde en los Campos Elíseos”.

El recuerdo de los Campos Elíseos se remonta a 2010, momento en que se convirtió en el primero desde 1999 en conseguir la clasificación por puntos en las tres grandes, y el primer italiano desde 1968 en ganar ese apartado en la Grande Bouclé. Él lo sabía y por eso atesora el momento: “Me dije a mi mismo: sube despacio al podio, disfruta el momento. Sólo dura 20 segundos”

Y eso es algo que los ciclistas suelen olvidar, ya que pasan rápidamente la página rumbo a un nuevo objetivo: “Cuando ganas San Remo, al día siguiente es increíble. Lees los diarios y das muchas entrevistas. Dura una semana. En cambio en el Tour, ganas y todo termina enseguida porque al día siguiente las cosas cambian, o pierdes y nadie te recuerda. No es lo mismo, las grandes no son lo mismo porque no hay tiempo de disfrutar”, descubre.

La charla, muy amena, llegó a la temporada 2014, donde AleJet ignoró sus 40 años y levantó los brazos en el GP Cerami. Y parece que aún habiendo ganado mucho, todavía goza cruzar la meta en primer puesto: “Normalmente trabajé para Mark(Cavendish) y a veces Renshaw. En Cerami, mi condición era muy buena y el equipo decidió apoyarme. Unos días antes había sido 4° en Scheldeprijs, pero lo hice todo mal. Sabía que podía vencer en Cerami y me salió perfecto, porque no es fácil ganar a los 40 en un embalaje de 300/400m al 2%. Fue importante para mí porque, aunque fiché para vaciarme por Mark, hice buena una de las pocas posibilidades que tuve en el año”, pondera.

En 2014 también hizo su último Tour de Francia, pero allí las cosas se torcieron para Omega cuando Cavendish se fue al suelo en la etapa uno. Renshaw fue la baza, pero en los Campos Elíseos algo cambió: “Era mi última vez allí y traté de sprintar. Renshaw se ofreció a trabajar para mí en reconocimiento a mi labor para él las semanas previas. Tuvimos mala suerte y además estaba fatigado, tanto que no pude pasarlo. Llegué cansado al comienzo del Tour y recién me sentí mejor después de una semana, hasta que volví a derrumbarme en los días conclusivos. Así y todo, como eran sólo 120 km, lo intenté. Igualmente siempre supe que el equipo era para Mark y comprendo que el compañero que trabaje para mí o para Renshaw nunca lo hará al 100%. Fue mi último Tour, uno muy extraño”, se sincera.

Esa fue una dclaración muy honesta sobre sus anteriores compañeros y él siempre entendió que los demás se guardaban al tirar para él o Renshaw, pero la desilusión venía por otro lado. Había sido su última grande. Hasta que Citracca levantó el teléfono: “El equipo quiere que vaya al Giro y estaré listo. Mientras estaba en negociaciones siempre entrené, algo más suave, y ahora empezaré más fuerte. Creo que podría correr en GP Costa degli Etruschi, pero no hay nada decidido. Tengo tiempo de ponerme en forma para la San Remo y el Giro, haré unas 10/12 pruebas antes de mi clásica favorita. Tengo planificado hacer tras moto ahora”, cuenta.

El mismo día de su fichaje, Southeast también contrató al talentoso y joven Jakub Mareczko (20). Es decir, dos velocistas separados por 21 años y muchísimas victorias. Mareczko es muy rápido y seguramente estará ávido de sacar consejos a Petacchi, que estará feliz de hacerlo:  “Leí sobre Mareczko en el diario y Citracca me cuenta que es muy rápido y que ganó 13 competencias. Ojalá pueda ayudarlo, no lo conozco y necesito entrenar con él, ver su posición, características y cualidades. En carreras pequeñas es rápido, seguro”, anticipa.

“Creo que cuando un ciclista es joven tiene más opciones de suceso como velocistas que siendo escalador”, completa Petacchi, respecto al pronto impacto que tendrá su joven colega.

Su futuro tras el ciclismo era otro apartado imposible de esquivar: “Citracca me dijo que si quiero, me puedo quedar en la estructura a trabajar con los jóvenes. En octubre pasado, cuando no sabía qué haría, trabajé con Michele Bartoli y me encantó ayudar con el entrenamiento, las posiciones. Un día estaba rodando, paré a un amateur y le dije que no me gustaba su bici para él porque era muy corta”, recuerda divertido.

“Entreno con tres o cuatro amateurs de unos 20 años que me siguen cada día. Me gusta eso, quieren aprender y yo les hablo mucho porque son el futuro del ciclismo”, añade Alessandro al respecto.

Pero basta de hablar del retiro. En lo inmediato se viene un año de competencia, otra San Remo, un Giro y…¿más victorias?: “Cuando veo que la San Remo tiene el mismo trazado que la que gané me parece raro. Si llego adelante puedo embalar. No sé si ganar pero sí aspiro a un top 5, algo que con 41 años sería increíble. Sólo espero que no llueva o haga frío, porque eso me neutraliza”, asevera un esperanzado Petacchi.

En el cierre, Petacchi habla del peso y los problemas para mantenerse en forma a su edad: “Ahora estoy algo gordo. En Navidad comí un poco de más porque estaba nervioso por mi futuro. A los 41 no es fácil perder peso, distinto a mi juventud, cuando el pulso era más rápido, y por eso ahora debo hacer entrenamientos más largos. Si paro una semana me cuesta más porque el cuerpo cambió. Quizás las primeras cuatro horas son fatales y las últimas dos mejoran, pero debe ser normal”, concluye.

¿Nuestra conclusión sobre Alessandro Petacchi? es un caballero y un fichaje brillante para Southeast, que sacará provecho de la experiencia de este corredor para beneficio de sus jóvenes, sin contar la publicidad, que tocará el techo cuando AleJet asalte la San Remo por última ocasión con 41 años.