Giro de Italia 2015: Conclusiones luego de la 2° semana

Por @pmpalermo

Con el pelotón gozando del último y merecido día de descanso del Giro, en ciclismointernacional.com seguimos trabajando para desglosar lo sucedido, en este caso, durante la segunda semana de competencia, que al igual que en la anterior, tuvo todo tipo de variantes.

En varios casos, se trata de confirmaciones a cuestiones ya planteadas, que igualmente siguen generando interés:

*Betancur va a más: el colombiano ha regresado a los primeros planos en este Giro, ya no como en temporadas previas cuando luchó por la general o victorias parciales, pero sí en escapadas que le han otorgado un protagonismo marcado.

El de Ag2R fue uno de los protagonistas de la segunda semana, mezclándose en diferentes fugas, especialmente en las etapas 11 y 12, en las que clasificó 2° y 8° respectivamente, dando un gran paso adelante en sus aspiraciones por la clasificación de la montaña.

Es que el escarabajo acumuló puntos, ya tiene 53 y está 5° en dicho apartado, aún con numerosos puertos por delante y con sus piernas progresando con cada fracción que pasa. De hecho, en la 15° etapa, el virtuoso corredor fue parte del grupo selecto que aguantó los embates de Astana, cediendo recién en la trepada conclusiva.

Betancur no va a pelear codo a codo con los hombres de la general, pero si su condición se mantiene en crecimiento, seguramente lo veamos una vez más al ataque, cazando un victoria parcial que premie su empeño en un complicado Giro para su equipo que ha marcado la recuperación del colombiano.

*Contador juega en otra liga: ayer dijimos que el madrileño era el dueño del Giro y lo volvió a confirmar en Madonna di Campiglio, pero mirando más atrás y en el período que aquí tratamos, fue amo y señor en la segunda semana, con más solidez que en la primera.

El de Tinkoff se aprovechó de su experiencia y atacó a sus rivales en las etapas para clasicómanos dispuestas en las fracciones 11 y 12, sacando tiempo en el Monte Berico, un duro repecho en el que embaló hasta el 2° puesto, conocedor de la debilidad de Aru.

Siempre atento y buscando sacar rédito hasta de los embalajes intermedios, Contador sufrió un percance en la caída de Lido di Jesolo, pero lejos de flaquear como sucedió con Richie Porte, luchó con más furia si se quiere y terminó de asestar un  mazazo al resto en la crono, donde culminó 3° a tan sólo 14″ del vencedor, Kiryienka.

El de Pinto recuperó la Maglia Rosa sobre la cabra e incrementó la brecha respecto a Fabio Aru y demás favoritos, tendencia que se acentuó en la 15° etapa, de la que salió también 3° pero entregando la sensación de ir sobrado. Por eso, de no mediar percances, el Giro ya tiene dueño y la pelea será por el podio.

*Landa el más fuerte en Astana: las muestras de debilidad de Fabio Aru en etapas sin alta montaña no pasaron inadvertidas a nadie, así como tampoco que su compañero Landa iba a más y se mantenía siempre con los mejores o incluso los atacaba.

Pues bien, durante la segunda semana, el vasco llegó a ocupar el podio de la carrera, luego lo perdió en la contrarreloj, y no tardó en rondarlo nuevamente en la 15° jornada, donde además cumplió la deuda pendiente que tenía desde Campitello Matese y alzó los brazos consiguiendo su victoria más prestigiosa como profesional.

Poco antes de eso, Landa se movió agresivamente en beneficio de Aru, pero fue muy evidente como esperó por su capitán en los compases decisivos del día. El escalador demostró ser uno de los más fuertes el evento y, por supuesto, dentro de su escuadra, donde así y todo, no hay dudas sobre la baza a seguir.

Con toda la montaña restante, el vasco se relame, sabedor de sus opciones de trepar algún escalón más en la tabla principal y así lograr un resultado histórico que confirmaría su lanzamiento a un nuevo nivel en la consideración general.

*Porte, no es corredor de tres semanas: por más que muchos se obstinan en justificar su debacle por la mala suerte y la sanción recibida, el aussie ha demostrado carecer de esa fortaleza mental que todo gran líder posee y que lo lleva a perseverar en las malas.

El australiano ha vivido una segunda semana nefasta que inició del peor modo en la (en teoría) intrascendente etapa 10 con arribo a Forlí, donde además de un pinchazo que lo relegó, recibió una penalización por asistencia indebida que convirtió su Giro en un pesadilla.

Porte pasó de estar en el podio a segundos del líder a ceder más de tres minutos, diferencia importante pero no decisiva puesto que tenía la crono por delante para recortar.Pero antes de eso, otra vez la mala fortuna lo visitó en forma de caída a metros de la zona neutralizada de Lido di Jesolo, meta en la que entregó otros dos minutos.

Así tomó la salida en la crono, en teoría el día más favorable de todo el Giro para él, que en vez de eso, penó sobre la cabra y se despidió de cualquier aspiración, aduciendo dolores físicos por un lado y confirmando nuestras conjeturas respecto a su cabeza por otro, ya que quiere retirarse. No olviden que en abril nos aventuramos a afirmar que sus excesos le pasarían factura, y algo de eso también hay.

El capítulo final de su debacle sucedió en la 15° fracción, donde se descolgó en los primeros compases del Passo Daone, arribando a la meta casi a media hora. Con todo eso en perspectiva y considerando el equipo en el que está, creemos que sería más conveniente para él seguir con su derrotero exitoso en vueltas de una semana para dedicarse a trabajar como gregario de lujo en las grandes.

*Romandía, el gran error de Urán: aún con el riesgo de granjearnos la antipatía de algunos de nuestros lectores, la objetividad nos llevó a afirmar desde las primeras etapas del Giro que Rigoberto Urán no estaba bien y difícilmente podía aspirar al podio, por lo que un top 10 sería un triunfo para él.

Lamentablemente para el simpático colombiano, los hechos nos dieron la razón y terminó de hundirse en la etapa 15, aún cuando muchos no querían ver lo obvio en la crono, donde clasificó 23° cuando se lo esperaba en el cajón y sacando tiempo al resto de los gallos.

Como comentamos anteriormente, sólo la desgracia ajena mantuvo a Urán en vanguardia, pero llegó la hora de la verdad en Passo Daone, y el de Etixx se fundió definitivamente, entregando 8 minutos en Madonna di Campiglio pero, peor aún, mostrando su peor cara, ya que a duras penas podía respirar.

Y justamente ese es el punto. Tras haber sido subcampeón en las dos ediciones previas, el cafetero demostró que no necesita equipo sino buen forma y salud, algo que le faltó aquí debido a una bronquitis previa al comienzo de la carrera que lo mermó y que parece no remitir.

Pero lo que nadie cuestiona es que su preparación debió evitar el Tour de Romandía, una carrera hermosa para los espectadores pero no para los atletas, que encuentran allí cada año, lluvia, frío y hasta nieve, condiciones que pueden desembocar en una enfermedad si alguno está muy fino, como evidentemente sucedió a Rigo.

Es cierto, ya acudió allí en años anteriores, pero a entender de esta redacción, sería más propicio cambiar el calendario o directamente concentrar, porque si algo ha probado Urán es sabiduría para entrenar y encontrar su pico de forma en carrera.

Por lo pronto, si se recupera y sigue en el Giro, lo máximo a lo que puede aspirar es a buscar una etapa y, principalmente, a meterse de nuevo en el top 10, gesta posible con su fórmula de aguantar y esperar la debacle de terceros.

*Amador, sorpresa del Giro y referencia latina: la historia ya es furor en redes sociales y medios especializados, y no es para menos, porque transcurridas 14 etapas, el costarricense se mantiene con los mejores del evento, es tercero y no flaquea.

Cuando todos esperaban a los colombianos como principales referentes por el continente americano, surgió la figura del poderoso rodador tico, quién se encontró en el top 10 desde la primera semana y se consolidó allí durante la segunda merced a su regularidad.

Sin embargo, la explosión llegó en la crono, porque el de Movistar es un pasista muy fuerte y allí sacó a relucir sus virtudes sobre la cabra, saltando del 8° al 3° lugar de la tabla principal tras concluir 15° a 1:48 de Kiryienka. Para aquellos que conocíamos sus prestaciones, no fue sorpresa, pero sí lo que vendría.

Es que Andrey se defendió en la exigente etapa de montaña de la 15° jornada, aguantando hasta los últimos compases del puerto conclusivo, en el que se dio la lógica y no pudo seguir a sus delgados colegas escaladores.

Pero su forma es inmejorable y eso es un factor determinante en la tercera semana de las grandes vueltas, motivo por el que no es una utopía para él soñar con el top 10, aún cuando hay grandes ciclistas especializados en la montaña listos para desplazarlo.

Sea cual fuere el resultado final, Amador (nuestro corredor de la semana) ya se ganó el mote de sorpresa del 98° Giro de Italia, edición en la que también se lo recordará por haber sido el representante más aventajado de la armada latina.

*Kruijswijk vuelve por sus fueros: el corredor holandés es un talentoso atleta que supo ser 8° en el Giro de 2011 apoyándose en sus virtudes para la crono y su capacidad de escalar cuando está en forma. Pero después de eso desapareció, aquejado por diferentes problemas físicos y mala suerte que lo lastraron recurrentemente.

Pese a todo, el equipo (Rabobank y sus siguientes denominaciones) lo respaldó y en la presente edición el pedalista está probando ser uno de los más fuertes, aún cuando el inicio de la carrera no fue el ideal y perdió mucho tiempo.

Kruijswijk nunca bajó los brazos y empezó a meterse en escapadas, rozando la victoria parcial el día que Tiralongo festejó en San Giorgio del Sannio y dando un enorme salto hacia adelante en las dos fracciones más complejas de la Corsa Rosa hasta el momento:la crono y la posterior etapa de montaña con final en Madonna di Campiglio.

El tulipán fue 5° esos dos días y pasó del 23° al 14° escalón en la tabla que encabeza Contador, acercándose a la decena de privilegio donde merece estar, peleando por la montaña y recuperando enteros en la consideración interna del LottoNL Jumbo, que necesitaba recuperar a Kruijswijk como líder luego de la salida de Mollema y ante los permanentes inconvenientes de Gesink.

*Un Giro sin sprinters dominantes: si bien el trazado de la Corsa Rosa no se prestaba para demasiados duelos de velocidad, en los pocos que hubo, ningún equipo demostró ser superior al resto. Encima, la segunda semana presentaba dos jornadas perfectas y los equipos interesados regalaron una, el día que Boem rompió el maleficio de Bardiani y Porte fue penalizado.

Con eso en vista, no hay mucha tela para cortar, pero rápidamente se puede destacar a Lampre como el equipo más fuerte a la hora de las volatas, sacando jugo a las piedras de la mano de Ferrari y Richeze, incansables a la hora de lanzar a Modolo, quien pudo conseguir el objetivo en la 13° etapa tras un par de intentos fallidos.

Con Greipel entre sus filas, se esperaba mucho más de Lotto, que se llevó una diana gracias a un sprint de manual en Castiglione della Pescaia, pero no pudo hegemonizar. Muchos menos Trek, que con una alineación totalmente dedicada a Nizzolo, sólo acumuló un podio y dos top 5.

Por eso, si algo ha pasado inadvertido en este Giro, son los sprinters, a quienes adicionalmente les birlaron el protagonismo en su terreno los hombres de la general, con caídas y cortes de tiempo donde, en teoría, nada debía pasar.

*El Giro de las escapadas: ya lo marcamos en la primera semana y la tónica se mantuvo, en gran medida, por la falta de control de los equipos dominantes, dedicados a agredirse entre ellos sin buscar el suceso parcial.

Por eso, seis fugas han sido coronadas con éxito en 15 etapas, número interesante si se considera que en 2014 siete llegaron a destino en todo el Giro. Dicho esto, hay que resaltar algunos nombres propios, gente presente casi sin excepción en las aventuras: Zakarin, Intxausti, Betancur, Pellizotti y Kruijswijk.

Todos ellos han sido protagonistas notables desde la larga distancia, llegando a coquetear con la gloria parcial y sumando puntos de montaña que auguran una semana final emocionante en la que no sería extraño ver a cualquiera de los antes citados celebrar en solitario.

Pero además, con el ritmo que se lleva, esta loca edición de la Corsa Rosa podría ser récord en lo que a fugas refiere, algo extraño en años precedentes, cuando la participación de más estrellas dominantes para los sprints y la general, acarreaba un control mayor.

*Bardiani salva el año en el Giro, otra vez: en 2014 llegaron con un sólo triunfo en el primer tercio del año y se marcharon del Giro con tres dianas en el bolsillo, situación que bien podría definirse como salvar el año debido a la importancia del evento en cuestión y la exposición de los patrocinadores.

Y la historia parece repetirse en 2015, porque Bardiani, que arribó al Giro en blanco, consiguió su victoria quizás con el menos esperado (Boem) aliviando tensiones internas para que Zardini, Pirazzi, Bongiorno y Battaglin se lancen a perseguir victorias en la montaña.

Lo consigan  o no, el conjunto italiano volvió a acertar en el momento justo y con muchos otros desesperados por hacerse notar, aquellos que ya han alcanzado sus metas correrán con más calma, ventaja fundamental que los de Reverberi tendrán a su favor, dejándolos con viento a favor de cara a repetir.

*Invitados en deuda: con dos semanas de competencia transcurridas, algo que salta a la vista es la poca presencia de las escuadras invitadas, usualmente más dominantes en el Giro que en Tour y Vuelta, pero ausentes hasta aquí salvo por alguna que otra excepción.

Es que, exceptuando la victoria de Boem en Forlí, todas las demás celebraciones quedaron en manos de los equipos del World Tour. Pero aún si no midiéramos el éxito por los triunfos, tampoco tuvieron protagonismo como sucedió en años previos.

Bardiani no ha sido espectacular y Boem sólo concretó una aventura imposible gracias al garrafal error del pelotón, pero eso no esconde que sus talentosos escaladores todavía están en deuda. Por su parte, Nippo tuvo algo más de prensa gracias a Cunego (rodando cerca de los líderes) y Colli, actor principal de un accidente espantoso.

Por citar otro ejemplo, el Androni llegó a pelear por el podio del Giro hace unos años o trabajó tirando del pelotón cuando no metió hombres en escapadas, algo que ahora se antoja imposible. Mientras tanto, el CCC lejos estuvo de alcanzar el nivel del Team Colombia al que desplazó, asomando la nariz con Bole en algún sprint duro o a Paterski y Szmyd en aventuras intrascendentes.

Peor el Southeast, que empezó relativamente bien con los sprints de Petacchi y Belletti y se desinfló paulatinamente, extrañando la presencia de Monsalve, más tibio que en 2014. Gavazzi enseñó el rostro en algún punto, pero poco más para una alineación aguerrida que tiene una semana para mejorar.

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Pablo Martín Palermo

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