Informe:Démare vs. Bouhanni, ¿se equivocó FDJ?

Por @pmpalermo

Fue una de las “novelas” del año que llega a su fin. Una historia con ribetes de escándalo que no pasó a mayores pero que, claramente, trascendió el ámbito deportivo y acabó con uno de los protagonistas fuera de toda consideración en su escuadra.

Esa podría ser una buena explicación genérica a la tempestuosa relación entre Nacer Bouhanni, Arnaud Démare y los directores del equipo FDJ, que en vez de sacar provecho de sus dos talentosas estrellas, debió desprenderse de una de ellas limitando el poderío del grupo.

Los egos pudieron más y, quizás equivocadamente, Madiot eligió a uno de sus aventajados pupilos, inclinando la balanza por el menos ganador pero más completo Démare en una movida que sólo encuentra sustento en un dato menos conocido: el poco compañerismo de Bouhanni.

Vamos a repasar los resultados de los atletas en cuestión durante este 2014. El primero bajo la lupa es Bouhanni, ex boxeador de 24 años que consiguió 11 dianas, la mayoría de alto prestigio, con 3 en el Giro (ganó la clasificación por puntos), una en París Niza o dos en la Vuelta a España, donde se retiró estando pletórico de cara al Mundial, en el que concluyó 10°.

Por su parte, Démare (23 años) acumula 15 victorias, con 3 generales incluidas, pero todas en carreras de un escalafón inferior y variado: 4 Días de Dunkerque, Tour de Picardía, Tour de´l Eurometropole, campeonato nacional y algunas clásicas.

Para quienes no conocen a los implicados, es oportuno decir que se trata de ciclistas diferentes, con el polémico Nacer destacando en embalajes puros contra grandes especialistas, mientras que Démare es más afecto a las competencias duras o con pavé pero no cuenta con la punta de velocidad final de su compañero.

Por edad, proyección y características, hubiera sido ideal para FDJ quedarse con ambos pedalistas, pero nunca pudieron establecer límites aceptables para asegurar una convivencia amena. O sí, y chocaron con el carácter rebelde de Nacer.

Si bien se supo que la relación se rompió por el deseo de los dos de estar en el Tour de Francia (imposible en un equipo que debía arropar a Thibaut Pinot), nuestras investigaciones desembocaron en varias y reveladoras situaciones que terminaron con el ex pugilísta fuera de la estructura.

Básicamente se trata de actos de indisciplina y poco compañerismo que no sentaron bien en el seno de la escuadra, ni a Madiot ni a otros corredores: no cumplir los horarios de descanso o directamente no descansar, malos modos, declaraciones explosivas y el hecho de no agradecer a sus gregarios luego de una volata, son los principales trascendidos.

¿Otro rumor?Bouhanni arregló un contrato jugoso con Cofidis hasta 2016 (FDJ nunca pudo o quiso igualar esa oferta) pero no se preocupó por sus gregarios, que firmaron por montos irrisorios y deberán vaciarse por un líder que no se hizo cargo de ellos.

A favor del saliente atleta hay que decir que se llevó a Soupe, salvó a Chainel del paro (AG2R ya no lo quería) y repescó a su ex lanzador Rollin; además lo sigue Jacques Decrion, preparador físico de Pinot y Vichot, y es muy probable que los de rojo fichen a Rayane Bouhanni, hermano menor de nuestro personaje.

Indagando con más profundidad encontramos que Démare no es ningún “monaguillo” puesto que fue el primero en hacer público su malestar y, por caso, subió algunos tweets con indirectas en la previa del Tour de Francia que terminaron de declarar la guerra.

Con todo esto sobre la mesa la decisión de Madiot es bastante lógica aún cuando en lo deportivo es obvio que (hoy) Bouhanni tiene un punto por encima debido a que es más veloz en embalajes puros y sube de nivel en carreras World Tour.

Ya sin el controvertido velocista, es posible que Démare siga creciendo y dé un paso al frente, porque como dijimos, es más completo y cuenta con un talento impresionante que lo llevó a ser campeón mundial sub23 y a destacar en citas diversas a lo largo y ancho del calendario.

Además, ahora es sencillo criticar a Madiot, pero la determinación de llegar al Tour con Démare no fue un capricho sino que respondió a una progresión lógica: era su turno luego de que en 2013 fuera elegido Bouhanni quien, por cierto, se despidió sin pena ni gloria en los primeros compases aquejado por lesiones.

A modo de conclusión, podría decirse que ninguno es “inocente”, que Bouhanni pagó los platos rotos por su verborragia y que Démare jugó “de callado” y sacó réditos de una mejor relación con su director. En lo deportivo, el conjunto galo perdió en todo sentido y el tiempo juzgará.

Una pena que no hayan podido coexistir bajo el mismo techo en una sociedad que hubiera sido altamente ventajosa para todos, pero a la vista de los hechos, FDJ (que manejó mal la situación que desembocó en el pleito) no se equivocó en la selección final, que derivó en la salida del controvertido sprinter y aliviará la tensión interna con todos los beneficios que eso conlleva.