Jordan Parra, el embalador que quiere relucir en tierra de escaladores: “Es difícil conseguir equipo en Colombia siendo sprinter”
Por @amatiz12
Por los lares colombianos, no es tarea sencilla ser un velocista. Y no por falta de talento o convicción, sino por los rasgos tan marcados en la cultura del ciclismo allí donde el rechazo a quien no es escalador, prevalece. Jordan Parra lo ha vivido y, tras tener una experiencia en el exterior, ha regresado a casa a aportar a un nuevo proyecto y contribuir a un cambio de mentalidad sobre el tipo de corredores que se aprecian en el país, arrancando en la Vuelta a Colombia.
En diálogo con ‘CiclismoInternacional.com’, el colombiano empezó por relatar su experiencia en Vietnam, por donde anduvo el curso pasado mostrando su talento en la velocidad. “Tuve una muy buena experiencia en Vietnam, algo muy diferente a lo que se acostumbra a ver. Me gustó mucho estar allá por todo lo vivido y sería agradable regresar”, abrió.
Lógicamente al no ser una nación con una gran tradición ciclista, tiene mucho por aprender y corregir, algo que Jordan detectó. “Allá les hace falta salir a correr a otros países para saber cómo organizar mejor una carrera y ser un poco más expertos en ese tema”, y agregó que, por lo tanto, la dureza es menor, siendo los embalajes y la crono los terrenos que dictaminan diferencias en la general. “Las carreras se definen al embalaje o en la contrarreloj individual. Hay muchas tácticas, pues varios equipos tienen su fuerte e intentan jugársela en la fuga, aunque casi siempre la crono es la que define todo”, apostilló al referirse sobre la distinta forma de correr en suelo vietnamita.
Sin embargo, se debe recordar que recaló en continente asiático tras la desaparición del Manzana Postobón a causa de una sucesión de casos de dopaje. Parra hacía parte de ese único elenco colombiano Pro-Tour y su extinción no le dejó más alternativa que buscar formas de seguir vinculado al ciclismo, y más aún cuando estaba en un gran momento de forma. “Fue un golpe duro para todos, no sólo ciclistas y staff sino para la afición del ciclismo en Colombia. Pero las cosas tocaba enfrentarlas, no se podía hacer nada, había que seguir adelante. Yo estaba en mi mejor momento, en el mejor equipo por el calendario que ofrecía, pero no podía retroceder”, expresó.
Tiempo después, uno de esos casos, el de Juan José Amador, se desenvolvió con la inocencia del corredor al comprobarse que nunca tuvo la intención de cometer tal acción. “Me alegró la noticia de Amador. Es un buen muchacho y es bueno que se sustentó su tema”, dijo el rutero de 26 años sobre la situación de su excompañero que ahora corre para el Supergiros.
Para la presente campaña, el vencedor de etapa del Tour de Taihu Lake 2018 regresó a su patria de la mano de un proyecto que recién incursiona, llamado Soñando Colombia. La intención de darle un espacio a nuevas figuras y ser una fuente de soporte para aquellos que no han tenido una oportunidad en la práctica, lo sedujeron para formar parte del equipo. “Lo que me llamó la atención del proyecto es que como su nombre lo dice es gente soñadora que quiere sacar adelante a personas que están soñando”, manifestó el ciclista que espera contribuir al crecimiento de esta idea. “Es una oportunidad para poner un granito de arena para lograr el objetivo que es ser un equipo muy grande, que se involucre con personas a las que no se les ha dado una chance”.
Soñando Colombia todavía no cuenta con muchos patrocinadores. El principal aporte ha llegado de ‘Invertomo’, y por supuesto, esperan que lleguen muchos más para darle continuidad a este nuevo proyecto. “La idea del equipo es conseguir patrocinadores que quieran apoyar a grandes talentos, a personas que no se les ha dado la oportunidad. Es un proyecto que le abre las puertas a muchas familias y que puede ayudar a ciclistas que lo necesitan para salir adelante y triunfar”.
La casaca de este elenco se verá en la Vuelta a Colombia (16-25 de abril), representada por una bancada con mucha ambición en la que además de Parra, se hallan a Julián Molano (hermano de Juan Sebastián, el corredor del UAE Team Emirates), Camilo Castiblanco, Jhon Iguavita, Wilmar Pérez, Julián Ospitia y Juan Guerrero. “La nómina es muy buena. Hay corredores jóvenes y con experiencia y eso nos da gran motivación”, comentó el velocista a esta redacción.
“El objetivo es ser protagonistas y correr sin presión. Pero además queremos estar en la disputa por los triunfos de etapa y por qué no, hacer una buena general ya que tenemos ciclistas capaces para eso. La idea es estar en la pelea”, apuntó Jordan, acerca de las metas de su conjunto para la competencia nacional.
Además, señaló que su objetivo personal será perseguir un triunfo parcial. “La Vuelta a Colombia es un gran reto para mí. Quiero ganar una etapa y colaborarle a mi equipo en lo que más pueda. He trabajado duro para conseguir mis sueños y espero sentirme bien a la hora de disputar los triunfos”, acotó quien junto con Molano llevarán la responsabilidad de las llegadas masivas para el combinado debutante.
No obstante, un punto frágil -aunque no es novedad- es que no existe un cartel reconocido de embaladores. Aunque él enumera algunos contrincantes como Nelson Soto, Luis Carlos Chía y Cristian Talero, bien se sabe que el escenario de un dominio de alguno de ellos en esas llegadas es altamente probable (por ejemplo, Soto en 2020 venció en la mayoría de las pocas fracciones de ese estilo, y en 4 en 2017).
Y lo anterior deriva de lo cerrada que es la cultura ciclista en Colombia para darle la bienvenida a algún otro ciclista que no sea escalador. Eso se ve reflejado incluso en los propios trazados de los certámenes altamente favorables para quienes escalan mejor y con escasas chances para que brillen aquellos que tienen una envidiable punta de velocidad. Parra tiene claro que ese caso se replica en esta 71º edición, “El recorrido no es el apropiado para nosotros. Hacen falta más etapas llanas, tipo clásicas para que sobresalgan los corredores de este terreno. Sería bueno que haya menos montaña y se hagan más etapas para los velocistas. Eso hace falta en los recorridos”.
Eso se convierte en causal de que los distintos cuadros opten por fichar trepadores y dejar de un lado a gente experta en el llano o la crono, dificultando las posibilidades de ese tipo de pedalistas en el circuito colombiano. “Es difícil conseguir equipo en Colombia siendo sprinter. Hay que luchar contra esto, porque a muy pocos embaladores les dan oportunidades, al final los equipos prefieren más a los escaladores por las altimetrías que hay acá”, anotó Jordan.
A su vez, enfatiza en la perseverancia que ciclistas como él deben tener para poder sobresalir, “Uno debe tener la cabeza bien puesta, saber qué es lo que quiere, qué es lo que tiene y trabajar con constancia para no rendirse”, aunque rescata que la labor de algunos compatriotas suyos en Europa muestra cierto progreso dentro de ese dilema. “De todos modos creo que eso se ha venido fortaleciendo poco a poco, ya que vemos a algunos colombianos que brillan al sprint en Europa”.
Finalizó confirmando que tiene en mente competir en otras citas del calendario nacional como el Clásico RCN o la Vuelta al Tolima, además de posibles pruebas fuera del país para las cuales su equipo está buscando invitación. Asimismo, centrará esfuerzos en ir acumulando puntos para el nuevo ciclo olímpico para París 2024 y clasificar en la pista, empezando en la Copa del Mundo que se llevará a cabo en Cali, Colombia.
Alejandro Matiz ¿Te gusta lo que hacemos? Seguínos en Instagram y TwitterSúmate en Facebook: Ciclismo Internacional
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El problema no es algo nuevo, es algo de siempre, pero ¿que se le quita a la organización realizar certamenes equilibrados promoviendo que el ciclista ganador sea alguien mas completo?
Pasa que el ciclista tiene una buena figuración en el certamen nacional y luego en el exterior se funden en los terrenos llanos previos a la montaña.
En la edición de Vuelta a Colombia proxima a iniciar se nota el desbalance, inician con un prologo llano, bien, pero la otra fracción individual es una cronoescalada. ahí mínimo deberían meter una crono llana o lijeramente quebrada de no menos de 30km, gane quien gane sin importar la diferencia, porque es que meten 3 puertazos de categoría especial como la Línea, Letras y El Vino y no dan oportunidad a alguien que escale decentemente de poner en aprietos a los escaladores puros. Si viene un extranjero, rodador de buena crono y que aguante la altura vería con buenos ojos participar y por ahí mismo varios aceptarían el reto confiados en exprimirse sobre la cabra y aguantar en la montaña (como en la vieja guardia).
Si no varían el menú la prueba no merecerá mejorar su categoría y lo peor es que el escarabajo local no verá la necesidad de mejorar en esos apartados importantes para el WT pero de poco significado en el rentado local.
Radiografía exacta de este problema. Tanta preferencia con la escalada hace que los corredores en Colombia sólo se preocupen por rendir ahí, sin darle mucha importancia a las otras modalidades a las cuales nunca se les da la dosis adecuada en los recorridos. De ahí el por qué después les cuesta tanto en Europa en esas especialidades, porque allá es algo que sí se trabaja. Qué bueno que esta entrevista permita la reflexión y crítica de este tema. Saludos.
Totalmente de acuerdo, lástima que no hay más equipo extranjeros. Nuestro nivel seguirá siendo pobre en la contrarreloj, porque un prólogo y no una contrarreloj más larga, con miedo de que les gane Sevilla es mi única explicación.