Kwiatkowski no conoce sus límites
Por @pmpalermo
Michal Kwiatkowski va camino a ser la nueva estrella del ciclismo mundial y no por su reciente exhibición en Strade Bianche, ya que eso fue sólo una consecuencia de una progresión magnífica que todavía no tiene techo, sino por un cúmulo de resultados que dejaban vislumbrar este presente.
El joven polaco de Omega asusta de cara al futuro, sobre todo con lo que pueda llegar a hacer en las grandes vueltas, pero mientras ya se ganó el liderazgo del equipo y así lo demostró brillando desde el inicio de 2014, cuando se quedó con el exigente Trofeo Serra Tramuntana en su tercer día de competición.
En continuidad con sus prestaciones en Mallorca, arrasó en la Volta ao Algarve, donde además de la general, voló en los 13.6 kilómetros de la contra reloj, batiendo a los mejores especialistas del mundo sin olvidar que la jornada previa había ganado en solitario en Monchique.
El siguiente paso fue en Strade, y allí dio una muestra más de su categoría al disputar como si de un veterano se tratara sobre los complicados caminos de tierra Toscanos para derrotar nada menos que a Peter Sagan, favorito en casi todas las apuestas.
Pero lejos de la euforia por su buena racha, es obligatorio recordar que ya avisó lo que venía en 2013 desde San Luis, cuando culminó en el podio en el Mirador del Potrero de los Funes y la crono, camino de ser 2º en Algarve y 4º en la dura Tirreno Adriático.
Las Ardenas también fueron testigos de su potencial y por ello no fue casual que acabara 4º en Amstel Gold Race o 5º en Flecha Valona antes de coronarse campeón nacional y demostrar en el Tour de Francia su capacidad.
En la Grande Bouclé finalizó cinco veces en el top 5 y 11º en la general, enviando un claro mensaje de cara a 2014, donde comenzó como se esperaba y con apenas 23 años, se encamina a ser la nueva súper estrella del pelotón mundial ya que es bueno contra el crono, en la montaña y las clásicas, pero sobre todo, porque todavía no conoce sus límites.
