La carrera del año
Por @pmpalermo
Seguimos en época de balances y ahora nos toca elegir el mejor día de competición del 2014, ese que regaló las máximas emociones y, al mismo tiempo, se ganó un lugar en la historia del ciclismo por su contexto, ya sea por la importancia, intérpretes o polémicas.
Así, los corredores regalaron a lo largo de la temporada diferentes demostraciones, dificultando al máximo nuestra tarea a la hora de decantarnos por uno. Es que ya desde enero el pelotón marcha a tope y fue entonces que, por caso, Richie Porte deslumbró en Willunga Hill durante el Tour Down Under.
Los ejemplos se suceden y, para no dejar a los más resonantes sin algo de mérito, también hay que enumerarlos: Betancur mano a mano con Rui Costa en la etapa 6 de la Paris Niza, la lección de veteranía y coraje de Evans en Utah, el Tour de Flandes de Cancellara, la entretenida victoria de Contador en la apertura del País Vasco, Spilak relegando a Froome en la 3° fracción de Romandía, la consagración de Terpstra en París Roubaix, la última etapa del Dauphiné, el pavé del Tour, la diana de Wellens en el Eneco Tour o la gesta de Wiggins en el Mundial de crono.
Como pueden ver son muchos y de altísima manufactura, pero hubo tres que, por significado, escenario e involucrados, accedieron a la definición de nuestro premio al mejor día carrera de la temporada: la victoria de Quintana en Valmartello (Giro) tras la polémica del Stelvio, la exhibición de Froome en Col du Béal (Dauphiné) y el regreso del Rey Contador en la 5° jornada de la Tirreno con arribo al Muro di Guardiagrele.
Obviamente que el voto del público en nuestra encuesta influyó en la determinación definitiva, pero la paridad fue tremenda y por ello, antes de descubrir al vencedor, analizaremos con más detalle lo sucedido los días en cuestión.
*Contador marca su regreso en Tirreno: mucho se habló sobre el español en la previa del 2014, campaña en la que debía demostrar al mundo que todavía tenía buen ciclismo en las piernas y que era el mismo monstruo que antes de la suspensión. En Algarve entregó algunos indicios, pero fue en Tirreno, camino al brutal Muro di Guardiagrele, el punto elegido para oficializar su regreso a la cima. En el Passo Lanciano, asaltó la Carrera de los Dos Mares con un feroz ataque a más de 30 kilómetros de meta, dejando tirado al todavía novato Michal Kwiatkowski y sobre todo, a Nairo Quintana, quién no pudo seguir la estela del español cuando éste se lanzó sin mirar atrás.
Tan desatado estaba, que no detuvo su marcha arrolladora hasta la meta, por lo que coronó el exigente puerto, realizó el descenso, recogió a los sobrevivientes de la escapada del día y arribó al exagerado Muro di Guardiagrele vestido de gloria, obteniendo su segundo parcial consecutivo y la general del evento con más de dos minutos de ventaja sobre Quintana
*Batalla épica en Col du Béal: Contador llegaba con una foja casi perfecta pero urgido de demostrarle al mundo que podía luchar mano a mano con Froome, y éste, tras un arranque con altibajos por los problemas, buscando su mejor forma de cara al Tour. Ambos iniciaron con todo en la crono inicial y el de Sky dejó un mejor sabor, pero lo sucedido al día siguiente fue todavía más impresionante.
El conjunto inglés realizó su labor de selección habitual y su capitán se despachó con un concierto (más de seis) de ataques sostenidos a los que sólo el madrileño, con lo último que le quedaba, logró resistir agónicamente para ser testigo privilegiado del triunfo de su oponente.
La historia cambió en el transcurso de esa semana y el de Pinto se aprovechó de un Froome mermado, pero aquella jornada en Col du Béal el campeón del Tour 2013 propició una de las demostraciones de fuerza más impactantes del ciclismo en mucho tiempo.
*Banderas rojas en el Stelvio: el Giro de Italia inició su tercera semana con una jornada brutal que incluyó el paso por Stelvio y una nevada feroz, que dejó un saldo de ocho retiros y un sin fin de ciclistas con hipotermia que llegó a meta como pudo. En ese contexto, el líder Urán, cedió su distintiva prenda rosa a manos de Nairo Quintana, hasta ese entonces 5° en la general a 2´40″.
El tunjano se lanzó en la bajada del mítico puerto junto a un grupo de valientes sin hacer caso a una neutralización que, finalmente, no existió. La confusión reinante fue tremenda, con cruces entre todos los protagonistas, ya que desde el twitter el Giro comunicó una cosa, los jueces luego djeron otra y en el medio quedaron los pedalistas.
Argumentos al margen, el error de Urán fue no pegarse a la rueda de su contrincante, que descontó la desventaja cuesta abajo y luego sumó otro tanto en el puerto final, demostrando que era el más fuerte sin importar las polémicas.
El clima extremo, la historia del puerto, los dichos entre las partes, la entidad del evento y el hecho de que un país quedó dividido temporalmente a la mitad, se conjugaron para redondear un día inolvidable para los espectadores, que nunca olvidarán esta fracción en la que se decidió el Giro 2014.
Ganador y Conclusiones: presentados los tres magníficos finalistas, es conveniente además recordar el voto popular en nuestra web, que dejó como la “Carrera del año” el 16° tramo de la Corsa Rosa con el 32% de los votos.
Y la verdad es que, pese a que todas las carreras dejaron lo suyo, la ganadora tuvo más condimentos y aún hoy genera divergencias.
Es que muchos piensan “qué hubiera pasado” si Nairo no atacaba y arribaban todos con el mismo tiempo al Val Martello, y lo cierto es que nunca lo sabremos. Unos aseveran que Urán hubiera resistido porque el maillot de líder da alas (Voeckler es un buen ejemplo, las dos veces que fue líder del Tour) y quizás esos 2:40 que le llevaba Rigo a Quintana hubiesen sido indescontables, algo que tiene sustento ya que, por ejemplo, Nairo sólo le sacó 1:26 en la cronoescalada y en el resto de finales en alto llegaron juntos.
Otros, que eso pasó porque Quintana controló de allí en más, y que de haber estado en una posición inferior seguramente hubiese atacado… nunca se va a saber y eso es lo más bello en torno a esta encuesta.
La realidad marca que, además de neutralizar la desventaja en el descenso del Stelvio, luego el de Movistar sumó 1:41 adicional en Val Martello tras haber rodado escapado y sin ayuda en el puerto, signo inequívoco de fortaleza que lo vistió de rosa definitivamente y como protagonista excluyente del mejor día de competición de 2014.