La explosión de Simon Spilak

Por @pmpalermo

Desde su irrupción en el mundo del ciclismo Simon Spilak ha demostrado ser dueño de un talento excepcional que lo llevó, por ejemplo, a consagrarse campeón nacional sub 19 en línea y contra reloj o al podio del Mundial de la misma categoría en 2004.

Más tarde repitió el título de su país pero en sub23 y finalmente dio el gran salto en las filas de Lampre, donde dejó destellos de lo que es capaz con actuaciones como la del Tour de Romandía de 2010, cuando fue segundo detrás de Valverde, quién luego fue desposeído de ese lauro en beneficio del esloveno.

Poco más dejó su paso por la escuadra italiana, que le permitió pasar al profesionalismo y desarrollarse pero en la que nunca encontró su lugar, algo que parece haber quedado atrás en Katusha, donde por cierto fue confirmado recientemente para 2014.

El cambio de aires y la llegada a la madurez deportiva fueron claves en lo que podría denominarse como su “explosión”, puesto que tras hacerlo bien en 2012, esta temporada se desató y finalizó segundo en el Tour de Romandía con un triunfo de etapa frente a Froome, además de imponerse en el GP Miguel Indurain y la Eschborn Frankfurt City Loop.

Por si eso fuera poco, concluyó cuarto en la general de la Vuelta al País Vasco y repitió resultado en la Vuelta a  Andalucía donde llegó al podio en dos jornadas; el sexto lugar en París Niza, el noveno en el Tour de Suiza y el décimo en el Tour de Poitou Charentes redondean un año de ensueño para el esloveno.

Está claro que no es ninguna sorpresa y que se trata de un corredor sólido, apto para ganar cualquier prueba por etapas de una semana puesto que se defiende bien en la montaña y es bueno contra el reloj, aunque debe progresar en su regularidad.

Además es evidente que el mal tiempo le sienta de maravillas a este potente rodador  ya que casualmente sus mejores resultados suelen ser antes del verano y, por caso, el GP Miguel Indurain o los dos parciales que atesora en Romandía fueron bajo el agua y en la montaña.

Quizás su gran temporada quedó deslucida por la lejanía actual en el calendario de sus mejores prestaciones, todas previas al Giro de Italia, o justamente por el hecho de no disputar ninguna de las grandes desde su llegada a la estructura rusa, algo que tras los lauros obtenidos por los de Ekimov y por el mismo Spilak, parece ser una ecuación casi perfecta.

Capaz de hacerlo bien en clásicas tan diversas como las de las Ardenas, la Strade Bianche (fue 15º en 2010), el Tour de Flandes (9º en 2008), E3Harelbeke  o la París Roubaix, y con apenas 27 años, nuestro protagonista tiene todavía camino por recorrer y un amplío margen de mejora.

Por ello, Spilak es una pieza invaluable para su escuadra, puesto que es un todo terreno capaz de ganar en casi cualquier parte y por consiguiente una fuente vital de puntos, por lo que su renovación era un paso casi obvio y el nacido en Tišina podrá continuar con su evolución en las filas del conjunto ruso.

Sólo él sabe hasta dónde es capaz de llegar, pero lo concreto es que tiene cualidades de sobra para dar un paso más, confirmar lo que hizo este año y de una vez alcanzar esa regularidad tan preciada en el ciclismo que le permita convertirse definitivamente en uno de los líderes de la escuadra de cara a vueltas menores y clásicas en el próximo lustro.

Pablo Martín Palermo