Los límites de Rigoberto Urán, ¿puede ganar una grande?

Por @pmpalermo

 Rigoberto Urán es noticia en estas horas por su abandono en la Vuelta a España tras un heroico esfuerzo para no bajarse la bici, aquejado por una bronquitis severa que lo borró de golpe del top 10 y puso en jaque su participación en el Mundial de Ponferrada.

Lejos de aprovechar su debacle para escribir al respecto, abordamos un tema que hace rato ronda nuestra redacción y que salió a la luz nuevamente en días pasados cuando afirmamos que el jefe de filas de Omega no podría sostener su ubicación de privilegio.

En ese contexto y con dos podios en grandes vueltas en su haber (algo al alcance de pocos), se trata de dilucidar si el simpático atleta antioqueño es capaz de ganar una competencia de tres semanas o no, y para ello trataremos algunas variables al respecto que nos ayudarán a sacar conclusiones.

*Escalada: quizás confundidos por la creencia popular que dice que todos los escarabajos son escaladores se etiquetó a nuestro protagonista en un papel que no es el suyo, ya que si bien puede subir muy bien, por características físicas y métodos de entrenamiento es un fondista. Esto significa que en forma puede aguantar en los puertos, al menos hasta que los escaladores puros lo ponen en la zona roja con los cambios de ritmo y terminan por descolgarlo. Sus incontables kilómetros de preparación sobre la cabra (con visitas al Túnel del Viento incluidas) ya dan frutos pero también mermaron sus aptitudes en los puertos.

*Contrarreloj: sin ánimo de ofender a nadie, Urán es el mejor contrarrelojista colombiano desde Santiago Botero. El de Omega ha progresado a pasos agigantados en la disciplina hasta convertirse en un monstruo con gestas como las de este 2014 en Giro y Vuelta, donde ganó la crono larga en Italia y quedó 2° en España, apenas por detrás del rey de la especialidad, el alemán Tony Martin. A tal punto es brillante en este apartado, que no es ilógico aseverar que se trata de su arma principal y la base en la que debe cimentarse cualquier opción de victoria en una carrera de tres semanas, ya que difícilmente sus contrincantes lo aguanten. Por ejemplo, le metió 2´41″ a un Quintana encaminado al título en la Corsa Rosa y relegó a Contador (24″) y Froome (1´17″) hace unos días en España.

*Equipo: parece una frase hecha pero es innegable que el ciclismo es un deporte de equipo y en este ítem a Urán siempre le falta algo. En Sky nunca tuvo los galones por derecho propio sino que le fueron concedidos cuando alguno de sus jefes de fila flaqueaba. Pagado el derecho de piso, llegó a Omega para encabezar la escuadra en el Giro pero, sinceramente, los efectivos puestos a sus órdenes no estuvieron a la altura de lo que se necesita para ser campeón. Recordemos que De Gendt y Poels pensaban más en el lucimiento personal que en arropar a su capo, algo que sólo ocurrió en el Zoncolan cuando la prueba terminaba. El resto de los compañeros no eran escaladores ni de gran nivel, sin contar con que el antioqueño necesitaría un hombre de confianza que al menos hable en español y se juegue al 100% por él como sucede en otras estructuras (¿será Carlos Verona?). Para 2015 estos problemas van a mejorar bastante puesto que las incorporaciones de Bouet y De la Cruz son idóneas, aunque habrá que ver si responden a los intereses de Rigo o a los de Kwiatkowski.

*Recorrido: aquí llegamos aun punto clave como es el trazado de la carrera. Como dijimos, el de Urrao no es escalador y si hay muchas montañas y pocos kilómetros contrarreloj no tiene oportunidad contra gente exposiva como Quintana, Purito, Contador, Valverde o el propio Froome. Si regresamos un poco en el tiempo, nos sirve repasar el Tour de Francia 2012 que ganó Bradley Wiggins, un trazado con un prólogo y dos cronos largas en las que el británico hizo las diferencias que luego aguantó en las cumbres. Algo similar le vendría bien al cafetero, que hoy sufre los excesos de montaña debido a que la década pasada las grandes siempre ponían mucha crono.

*Rivales: tema delicado a tratar pero no por ello menos concreto. Sin desmerecer a nadie, no son los mismos nombres los que pelearon por el Giro que los que Urán encontró en la Vuelta: Evans, Majka,Quintana, Pozzovivo, Aru, Kelderman vs. Froome, Contador, Valverde, Purito o Gesink. Obviamente que todos tienen dos piernas y son respetables, pero el palmarés y el nivel de los cuatro que hoy dominan la ronda ibérica es superior al de los que disputaron en Italia, a excepción de Nairo, claro está. Este punto es vital para entender que en las trepadas no perderá lo mismo contra los primeros que con el póker que dirime la Vuelta.

*Forma física: aspecto fundamental que queremos dividir en dos. La primera consideración es sobre la capacidad de Urán para encontrar su forma en el momento ideal. Tiene 27 años pero la sabiduría de un veterano para correr con paciencia los meses previos a sus objetivos, soportando críticas que luego acalla explotando en el instante preciso. Esa es otra arma en su arsenal que le dará muchas alegrías. Por el contrario, y a los hechos nos remitimos, todo indicaría que Rigo no es hombre de segundos esfuerzos, es decir, no suele hacerlo bien en la segunda grande del año, que sí le da el fondo para carreras de un día como el Mundial. Su currículum en la Vuelta es elocuente y reafirma esta aseveración: 33° en 2010,  29° en 2012,  27° en 2013 y abandono en 2014.

Conclusiones:

El de Urrao no tiene esa facilidad insultante de Contador o Quintana pero es un atleta excelente superior a la media, con prestaciones brillantes en la contrarreloj, aunque demostró que para mejorar en esta disciplina debe dejar un poco de su capacidad para escalar las montañas, con todo lo que eso implica.

¿Puede entonces Rigo ganar una de las grandes? la respuesta es sí, pero siempre y cuando se conjuguen varios factores, principalmente un recorrido propicio a sus cualidades y frescura, es decir, que el evento en cuestión sea su primer objetivo de la campaña, porque para nosotros es hombre de un sólo esfuerzo al que no le sienta bien el segundo pico de forma.

Pablo Martín Palermo