Opinión: La UCI requiere ingresar a las UCI (I)
Por Andrés Gómez León
El deporte en general y el ciclismo en particular desde hace tiempo enfrentan decisiones incómodas y controvertidas por cuenta del dopaje. El ciclismo es un caso emblemático del tema, es asociado con éste por presentar numerosos casos positivos y escándalos extradeportivos, lo cual resulta en reducción de patrocinadores, apoyos privados y estatales, cubrimiento, credibilidad y, hasta pasión entre seguidores que se agotan al notar que sus ídolos desvanecen como el barro en lluvia.
En el ciclismo de ruta de alto rendimiento, particularmente en el Tour de Francia, han tenido mayor repercusión las confesiones de sus protagonistas que los resultados obtenidos por las autoridades especializadas. Esto habla muy mal de los organismos que velan por el correcto funcionamiento de las pruebas y las deja en situación de reivindicación, más allá de estar obligadas a perfeccionar sus procesos antidopaje.
Independiente de la fuente que evidencia su existencia, el dopaje desencadena controversias, preguntas y situaciones que las autoridades ciclísticas deberían enfrentar con sabiduría en aras de proteger un deporte de alta tradición y masiva participación. ¿Cómo responder ante los casos de campeones que han hecho uso del dopaje?
Ciclistas, exciclistas, directivos, prensa y aficionados ofrecen respuestas condicionadas por subjetividades y sesgos sobre la bandera del ciclista en cuestión, su equipo, historial, empatía, entre otras diversas categorías. Todo esto aplica también a la nacionalidad, preferencias e intereses del emisor del juicio.
¿Cómo afrontar el tema de toma de decisiones buscando minimizar el impacto del dopaje ciclista? Los casos del dopaje acontecidos pueden brindar lecciones y ejemplificar hacia el futuro. Es deseable buscar coherencia en cuanto situaciones sin resolver o que han sido mal manejadas en aras de recuperar credibilidad en el ciclismo. ¿Pueden ayudar los conceptos de las ciencias económicas y sociales a tomar decisiones que transformen el panorama?
La noción de igualdad puede facilitar la toma de decisiones y brindar objetividad. La Real Academia Española (RAE) define igualdad como “un principio que reconoce la equiparación de todos los ciudadanos en derechos y obligaciones”. En el contexto ciclista, indica que todos los participantes han de trabajar bajo las mismas condiciones y reglas. Sin esta se tendría que aceptar como legítimo el triunfo de quien realice “trascoche”, infrinja las normativas sobre las características de las bicicletas o, que recurra al dopaje.
Aplicar el concepto permite dilucidar acerca de los campeones dopados. Así, resulta ilógico que Lance Armstrong haya sido despojado de sus 7 títulos [1999 a 2005] en el Tour de Francia, mientras que el danés Bjarne Riis, confeso usuario de EPO, no ha sido desposeído por la UCI del Tour de 1996.
Para muchos el tema es anecdótico, pero en la práctica genera incentivos perversos. En el decálogo de principios de economía, el cuarto principio reza que “Los individuos responden a los incentivos”. Así se justifica la acción estatal -Políticas Públicas- en busca de promover determinados comportamientos sociales y resultados económicos, pero es necesario reconocer que, en ocasiones, los resultados son contrarios a las metas que se pretende defender.
Es decir que las acciones del Estado ya sean por acción o por omisión buscan crear efectos positivos en el bienestar social. En el acontecer ciclista, el incentivo perverso proviene de la inacción de la UCI, puesto que, ante la confesión de RIIS, termina alentando comportamientos deportivos negativos. El campeón dopado declaró abiertamente su mal proceder, pero mantuvo su título y estatus. ¿Es esto en verdad lo que desea transmitir la UCI? Es un terrible mensaje avalado por una autoridad mundial del deporte para las futuras generaciones que se mueven en entornos de alta competencia y bajo contextos de múltiples presiones por obtener la victoria.
Utilizando el criterio de igualdad se minimizan subjetividades. Se tiene como conclusión, que todo aquel que realice una práctica ilegal debe ser despojado del título. Esto permite ganar coherencia en los tiempos pasados y presentes, pero lo más importante es que disminuye los incentivos perversos a futuro procurando defender los valores deportivos y el buen nombre del planeta ciclista.
Según las ciencias sociales, la UCI requiere de las UCI (Unidad de Cuidados Intensivos).
Economista y Magíster en Ciencias Económicas. Docente Universitario.
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Andrés, una de las herramientas más eficaces en la lucha contra cualquier actividad ilegal es la delación y para el delator, que en la casi totalidad de casos está “untado” o sea, es parte de la actividad ilegal, deben existir estímulos… Si a Riis le mantuvieron su título, asumo que dio información valiosa para el control del dopaje, caso contrario de Armstrong, a quien por ser denunciado, juzgado y condenado, estuvo bien el máximo castigo para disuadir a los que siguen esa conducta de corrupción … Así a Ledher le dieron rebajas por delatar a Piñera y a otros por narcotráfico.. la SIC en Colombia ha sido tan eficaz porque ha dado beneficios a las organizaciones que han delatado la colusión… la corrupción se logra detectar porque se motiva a alguien que sapie a sus socios… en eso es experto la USA.
Lo anterior, es para afirmar que no podemos ser más papistas que el papa… Si la UCI quiere tener más resultados sobre la lucha contra el dopaje, debe estimular aún más la delación y eso implica rebaja de penas a cambio de información…. la delación, junto a la denuncia son mecanismos eficaces, que combinados con el refuerzo de la cultura ética, nos permitirá en 3 o 4 generaciones salir de este fenómeno de corrupción. Saludos
Arturo, es un comentario muy acertado en cuanto al uso actual que se hace de los incentivos para fomentar la delación en contextos de carteles empresariales y colusiones. Coincido con usted y no sólo eso, creo que ha logrado una extensión de la columna en términos de las posibles acciones a tomar de cara al futuro en pro de seguir minimizando el dopaje. Sobre el caso Riis, afirma que supone que su actuar fue distinto al de Armstrong, por ello, no me es posible suscribir plenamente, pero de ser correcta la premisa, la conclusión también lo sería. En todo caso, pienso que lo ideal es que no se tuviera que depender de esta estrategia y que la cultura ética a la que usted hace alusión, fuera la base del comportamiento competitivo.
Buenas tardes, como aficionado a este deporte doy mi punto de vista, a este bonito deporte lo pisotean como les da la gana, por parejo la corrupción esta en todos y con todos, es lamentable tanta lucha para tratar que el atleta obre bien, deben poner sanciones drásticas, fuera a los ladrones y hasta cárcel, por robo continuo. Uno se desanima ver una carrera, ya tenemos en mente la trampa no para todos pero si para muchos. Lo de Lance es un robo continuo durante anos el castigo fue lo que merecia alguno que pescó un tour dopado aunque es tramposo es de menor cuantia. Para tanta polémica que se acaben los patrocinios y que corran por su cuenta y se acabó la joda. Estamos hablando de gente seria, honesta, profesionales que sobresalgan y que despues no se desinflen, al carajo los sinvegüenzas incapaces de tener ética, para que se meten al deporte para enlodar una actividad atletica, dediquense a sembrar ahullamas y cacahuetes. gracias. es deprimente que cuando uno lee noticias deportivas lo enloden con malas noticias dopping. El que se mete a esto es porque puede y le gusta no esta obligado.
Es cierto lo que dice Armando, la desazón que genera ver noticias sobre dopaje en el deporte es muy alta y en el ciclismo lo sufrimos desde hace mucho tiempo. Pero no creo que sea bueno que el que pescó un Tour transgrediendo la idea de igualdad en la competencia, finalmente logre quedarse con el título, es un mal mensaje para la comunidad ciclista. Lo cierto es que con el dopaje perdemos todos, prensa, patrocinadores, afición, deportistas, etc. Su comentario basa la opinión en los incentivos de castigo, que son efectivos y tienen legitimidad, en el comentario anterior, Arturo hablaba de la importancia de incentivos a la delación, lo cual se ha convertido también en un método efectivo para obtener información. El caso es que la UCI utilice alguno o sus combinaciones para ver si mejora el panorama.
se debe empezar por algo y en las escuelas de formación y en todo el mundo se debe incentivar el principio de igualdad en la competencia, q nadie puede competir con ventaja sobre el otro.
Si la gran UCI se pusiera esta meta y no pensará tanto en el negocio de los profesionales y mirarán las bases sus esfuerzos y lo difícil q es llegar al plano profesional, implantar el concepto de igualdad sería un inicio.
Seguro q no se verán los frutos de una vez pero de verdad q es necesaria una estrategia de arranque en las bases y que mejor introducir esta teoría de la igualdad.
Para esto se necesita trabajo, planeación un proyecto viable y creíble, trabajos q en la UCI parecen no importar.
Pues allí como en todos los estamentos del deporte no están los reconocimientos.
Mientras todo siga cómo está el manto de duda siempre estará cerca al ganador.
Su comentario hace un llamado a la importancia de la formación. Puede ser que efectivamente por atender los grandes eventos, la UCI descuida los temas de la defensa de los valores desde la base. Es un muy buen punto que se debería tener en cuenta en una época en la que el fin parece siempre justificar los medios. La propuesta que hace evita atender al enfermo buscando desde la prevención no tener que hacerlo. Es lo que corresponde, pero como bien dice, es una meta de largo aliento en la que no hay reconocimientos y el inmediatismo campea. A largo plazo omitir su punto es lo que nos trae a estos dolorosos casos, la UCI es miope frente al problema. Por tanto concuerdo, se debe buscar profundizar en el compromiso pro valores desde las bases.
Andres, considero como usted que todos los ídolos se “desvanecen como el barro en lluvia”. Sin embargo más que la igualdad se debe buscar la equidad, la igualdad resulta ser en general injusta, tanto en el caso de los dopajes en el ciclismo como en muchos otros casos. Es por ello que se nombran tribunales para evaluar cada caso. No conozco los detalles que llevan a que Bjarne Riis aún posea su titulo pero desde la distancia si parecen circunstancias diferenciadas respecto al caso de Lance Armstrong. Equidad no es dar a todos lo mismo sino fallar según el deber y la conciencia, más que por las prescripciones rigurosas de la justicia.
Andres.
Es muy bueno el artículo; comparto la idea de sancionar dichas conductas acciones tanto individuales como en equipo por la finalidad de obtener un título, no solo por ser una conducta antideportiva y de ningun valor y ética, sino además por las repercusiones que acarrea para sus oponentes que si hacen el trabajo legal y correctamente, asumiendo sacrificios de toda índole. Y no está bien que le arrebaten de manera fraudulenta los títulos con los que muchos sueñan que a niveles profesionales representan más que un reconocimiento monetario o incentivo económico en muchos de los casos de las diversas disciplinas deportivas
De acuerdo. El daño a los sueños de quienes sí cumplen los reglamentos va mucho más allá de lo monetario. Todos los que practicamos y/o seguimos los deportes, sabemos lo valioso del reconocimiento colectivo al esfuerzo y también de la importancia del logro propio tanto en el autoconocimiento, como en la autoaceptación. De allí el aporte de las ciencias económicas y sociales para vislumbrar alternativas en la toma de decisiones. Muchas gracias por la lectura y comentarios.
Difiero. En este contexto aplicar equidad sería casi equivalente a la inacción, y esto es lo que tiene mal la toma de decisiones de la UCI. Para mantener coherencia en la fuente, apoyo la idea en la RAE quien define equidad como “Bondadosa templanza habitual, propensión a dejarse guiar, o a fallar, por el sentimiento del deber o de la conciencia, más bien que por las prescripciones rigurosas de la justicia o por el texto terminante de la ley”. Aplicar este concepto implica subjetividad por doquier, el tratamiento diferenciado se convirtió entonces en una moral relativista que hace que unos dopados sean menos malos que otros. Pero la argumentación presentada en la columna muestra que como mecanismo de toma de decisión, el concepto de igualdad permite minimizar subjetividades, ganar credibilidad como organización, mejorar la imagen del ciclismo, ofrecer un panorama de valores a las nuevas generaciones y evitar los efectos enunciados en el primer párrafo. Lo cierto es que Armstrong ha sido tratado siempre como Demonio Principal y los “otros dopados” son demonios “pequeñitos” que no sufren el mismo rigor de las sanciones y castigos. Incluso muchos de esos “otros” paradójicamente hoy son símbolos de las campañas en contra del dopaje. Esto es incorrecto a todas luces, ofrece una legitimación de la hipocresía en el mundo del deporte. En todo caso coincidimos en que los ídolos se deshacen como el barro en lluvia cuando el comportamiento no es adecuado, esto aplica para todo contexto.
Considero muy acertado el artículo, ya que desafortunadamente estos actos se ven no sólo en el ciclismo, si no en la mayoría de los deportes, dejando de la lado el principal objetivo del deporte, el cual es promover la sana competencia, para conseguir una meta, desdibuja el fin de este que debería promover los valores y la equidad en el momento de enfrentar una prueba. Por otro lado me desconcierta la manera con la cual se hace el seguimiento a estos casos, ya que si el deportista confieza y da a conocer como se desarrollo todo el proceso será juzgado de manera diferente al deportista que no confieza nada, a tal punto que al primero le permiten mantener sus tutulos obtenidos fraudulentamente y el segundo si es despojado de estos, siendo que los dos cometiron la misma falta, dejando claro que las entidades admiten este mal proceder.
Coincido. En el escenario actual, los valores quedan como corolario de adorno si el objeto es obtener títulos. Es desafortunado saber que sucede en múltiples deportes. En todo caso, ambos confesaron su mal proceder, pero en tiempos y contextos diferentes. Lo cierto es que el dopaje desdibuja como usted afirma, la capacidad de creación de valores desde el deporte. Es todo un tema de debate el de las propuestas de legitimación del mismo en pro de una igualdad que zanje sistemas antidopajes y procesos costosos, engorrosos y en muchos casos, ineficaces.
El tema entonces es que hacer. ¿Crear un gran tribunal mundial del deporte que independice el hecho del quien, del como y del cuando?. Arrancando por principios de igualdad en todo sentido de la palabra y el contexto deportivo. No solamente la UCI se ha quedado corta en estas decisiones, otros deportes como el atletismo o el fútbol, han fallado erróneamente en casos de doping. Por lo tanto, al tema del juzga miento del doping le falta instrumentación, alcance y pertinencia para percibirse como justo o igualitario. Aun hay mucho por hacer, y en el caso del ciclismo la UCI ha demostrado su falta de liderazgo y de herramientas que promuevan ese necesario cambio.
En efecto, el problema no atañe solo al ciclismo y en muchos otros deportes también sus altas esferas se han equivocado o se hacen los de la vista gorda. La presente columna se centra más en la búsqueda de coherencia y credibilidad por parte de la UCI en su toma de decisiones, especialmente en la eliminación de incentivos perversos para que a futuro se rescate la promoción de valores competitivos. La idea del tribunal mundial más allá de que tenga evidentes dificultades logísticas, es una excelente idea en términos de zanjar un montón de temas sobre los casos de dopaje, pero se tiene que atender a las particularidades que ud mismo señala. En suma, hay mucho por recorrer y trabajar, desde el mismo concepto de dopaje hasta sus diferentes ramificaciones.
El tema es interesante porque el doping siempre ha estado ligado a la tésis fatalista de victoria/derrota de los seres humanos, y esta noción ni siquiera comienza en el deporte, comienza en la guerra. Hay evidencia que demuestra la toma de sortilegios y brebajes por parte de los berserker nórdicos para minimizar el dolor y tener un comportamiento eufórico y agresivo en las batallas vikingas. El problema es ese, la idea de la trampa está en el fondo de la naturaleza humana, el momento en el que a alguien se le cruza por la cabeza la posibilidad de tomar un atajo es congénito en todos nosotros, pero llevarlo a la práctica es otra cosa. El ardid en el ciclismo empezó a existir practicamente desde las primeras competencias, y sin necesidad de emprender un análisis de la prehistoria de dichas carreras, la Unión Ciclística Internacional siempre ha tenido una participación bastante controvertida en el tema que pasa por su origen (europeo), la poca participación de miembros que no pertenezcan al Viejo Continente en su estructura jerárquica de toma de decisiones, la puerta giratoria por la que pasan una gran cantidad de ejecutivos y que van a parar a equipos europeos o americanos, los intereses económicos que siempre han existido y que en la actualidad y sin sonrojarse van hasta la definición del calendario world tour – y de ahí para abajo-…hasta llegar al punto en que el aficionado de a pie se pregunta si la decisión final la toma la UCI o ASO (propietario de 22 eventos world tour, entre ellos el Tour de Francia y la Vuelta a España). Y el doping, su desesperante falta de toma de decisiones durante casi 100 años de casos pues…más que frustrante, es casi graciosa. Mientras los mecanismos se modernizaban pasando de la simple cafeína o alcohol, pasando a la estricnina, las anfetaminas, el EPO, la nandrolona, los anabólicos y el lavado de la sangre (transfusiones)…la UCI?…bien gracias; fue hasta el caso Festina, la Operación Puerto y el caso Armstrong que comenzó realmente a mostrar resultados en el tema. Pero su falta de credibilidad es total, no hace falta irse hasta muy atrás en el tiempo para ver la ausencia de sentido de equidad, igualdad o como quiera llamarse al ideal buscado: en el 2017 Cristopher Froome dio positivo, la UCI en una decisión increíble y ridícula decide darle tiempo a él y al equipo a Sky para explicarse, ni siquiera lo suspendieron. No falta describir lo que ha sucedido con cualquier otro ciclista en el mundo cuando existe una ligera sospecha (se pueden recordar los casos de los colombianos). Pero Sky es británico…como Bryan Cookson el presidente de la UCI…en fin; hace un par de días despidieron a Jean Cristophe Peraud de la UCI de su cargo como líder en la lucha contra el dopaje mecánico, la dependiencia se cierra por falta de recursos…En suma, la entidad encargada de impartir un ideal que equipare la competencia de los ciclistas en todo el mundo está más enfocada en 8 millones de cosas diferentes que involucran 8 millones de intereses de todo tipo, mientras uno de los deportes más increíbles que se hayan inventado se desangra año tras año…las audiencias disminuyen…los equipos aparecen y desaparecen año tras año y es lógico…o no?…cuánto aguantará la inocencia o el cariño de los aficionados, quién sabe?
Gracias por la lectura. Me es difícil abordar tantas temáticas, escogeré algunas.
Los intereses nacionalistas son muy fuertes en toda actividad, la victoria en el deporte suele ser un símbolo de hegemonía que los gobiernos utilizan para mostrar su poderío y/o crecimiento, de allí que su comentarios sobre el presidente de la UCI me llame la atención, porque aun sin tener las pruebas, es algo de lo que siempre se sospecha.
Y también sobre nacionalismos, hay que decir que paradójicamente, gobiernos y autoridades políticas que debieran defender valores y competencia justa hacen todo lo contrario. Basta ver la política estatal rusa en la que Putin alienta el “todo vale” en juegos tan emblemáticos como los olímpicos. El documental de Icarus es muy diciente (Disponible en Netflix).
El tema de las puertas giratorias que usted menciona es otro sobre el que no se está haciendo nada. Ya existen políticas organizacionales así como países serios con reglamentaciones para que esto no suceda, pero acá de nuevo estamos quedados.
Me parece acertado cuando señala que los caminos del dopaje han cambiado y que la UCI legisla (cuando lo hace) con demasiado rezago. No solo eso, la verdad es que lo poco que logra validar y legislar, luego no lo puede aplicar.
La pregunta final está de ataque. Si no se pone énfasis a este tema entre lo 8 millones que usted enuncia, no habrá futuro para el crecimiento del ciclismo, es imposible pedir siempre al aficionado saltos de fe. Por eso la inacción genera incentivos perversos.
También es posible hablar de igualdad (o falta de igualdad) en otros aspectos como por ejemplo los presupuestos de los equipos, en muchos casos las comparaciones son terribles y se enfrentan escuadras con enormes recursos enfocados en tecnologia, innovación, logística, competidores, hasta incluso la alimentación y otros temas más oscuros… Contra equipos forjados más con uñas y orgullo, y en dichos casos la competencia bajo principios de igualdad no se ve muy clara; sumado a esto, grandes presupuestos suponen relaciones y “peso diplomático” que muchas veces hacen que también se incline a su favor decisiones técnicas y normativas que terminan pareciendo más favores políticos. Todo esto en detrimento del mismo deporte, pues que ganen siempre los mismos y no por “competencia justa” hace que la gente pierda interés, casos hay muchos, como cuando han “parado” gregarios que asustan a los lideres de escuadras, por órdenes de arriba…
Tiene razón. En muchos deportes se trabaja en pro de la igualdad para que el resultado no sea tan previsible o para que el público no pierda el interés. Las normas sobre límites de gastos financieros en deportes como la F1 buscan alcanzar un mayor nivel de competitividad e igualdad entre los equipos para con ello brindar más emociones y traer más público y patrocinadores. Y los reglamentos no solo procuran igualdad financiera, también en las condiciones técnicas de los monoplazas o en las fechas de entrenos, apenas un par de aspectos. En esto último, por ejemplo, varios equipos son privados de la potestad de entrenar en sus pistas a su antojo, de tal manera que se abre un calendario de pruebas en las que todos los equipos tienen derecho a prácticas para que exista una posibilidad más pareja de competencia. Las medidas han sido muy criticadas, pero procuran dinamizar el entorno, tema sobre el que el ciclismo parece apartado. Se sabe que la igualdad perfecta no es posible, pero se trata de recrear condiciones que permitan disfrutar de una verdadera competencia. Habrá que ver si la UCI se anima a introducir algunas ideas en este sentido.
Ya estamos cerca del tour más importante en el mundo, que para los que nos gusta y vemos la competencia de principio a fin, poco pensamos en la precaria gestión de la UCI en los casos de dopaje, siempre estarán las dudas con varios ciclistas, pero aún así este deporte es apasionante para muchos y varios casos si bien dejan en entredicho la inoperancia de la institución, pienso que no se debe generalizar, evidentemente hay unas cuestiones de inequidad, que creo aplican para la mayoría de los deportes.
Sin duda quienes seguimos este deporte somos felices de que el Tour se realice y uno no quisiera pensar mientras transcurre en la precaria gestión de la UCI, ni más faltaba, la fiesta hay que vivirla y disfrutarla. Pero eso no quiere decir que no hay nada por mejorar, porque para poder disfrutar con plenitud y tranquilidad es importante seguir los criterios de igualdad eliminando incentivos perversos que pueden alentar en el presente. También el de justicia en aras de poner la casa en orden y premiar a los verdaderos campeones. Así podríamos ver las pruebas -no solo el Tour- concentrándonos en lo que debe ser, el gusto por la competencia y la práctica de este bello deporte, no en estos temas que pueden trabajarse mejor.