Sorpresas y decepciones del Giro de Italia 2015

Por @pmpalermo

Uno de los artículos más complicados de armar es el de las Sorpresas y Decepciones, porque en éste último caso, muchos de los implicados son gente cercana a los periodistas, y es allí donde debe aflorar la máxima objetividad posible para no privar a los lectores de la verdad.

Sorpresas:

-Mikel Landa: si bien ya había entregado algunos destellos de su potencial en el pasado, el vasco explotó a un nivel estelar en este Giro, dejando la impresión de ser el escalador más fuerte de la carrera, porque no tuvo un sólo día de montaña malo. Fichado para defender los intereses de Fabio Aru, el de Murguia cumplió con creces dicha labor y hasta se ganó algo de libertad cuando el sardo flaqueó. Pese a que terminó molesto cuando sus directores lo pararon camino a Sestriere, Landa puede estar más que feliz pues el saldo era inimaginable para propios y extraños antes del comienzo del evento: dos etapas (que pudieron ser más), tercero en la general y segundo en la montaña.

-Andrey Amador: al igual que Landa, ni él ni nadie en Movistar esperaban un Giro como el que se soltó. El “tico” llegó pensando en escapadas y terminó por colarse en el top 10 para ya nunca dejarlo e incluso, amenazando el podio final. Lo interesante respecto al telefónico es que acabó 4° en un Giro montañoso sin ser un escalador puro, ya que sus 181 centímetros y 73 kilogramos fueron un lastre importante en los puertos. No obstante ello, Amador aprovechó su forma impecable y hasta se dio el lujo de marcar el séptimo mejor registro en el Mortirolo. Posteriormente pagó los esfuerzos y cedió algo de tiempo, pero limitó los daños con gran eficiencia para redondear un Giro que ya forma parte de la historia grande de Costa Rica.

-Amäel Moinard: con Gilbert, Caruso y Atapuma en el equipo, pocos repararon en el galo, que estaba de vacaciones en la playa y fue llamado a último momento para reemplazar a Klaas Lodewyck. El experimentado pedalista, que ya había sido top 15 en el Tour de Francia en dos ocasiones, reiteró la gesta aquí con un sobresaliente pero anónimo 15° puesto coqueteando además con el triunfo de etapa en tres oportunidades. Excelente e inesperada actuación para Moinard, que ahora sí merece un largo descanso bajo el sol.

-Alexandre Geniez: con 27 años, y tras varios amenazando, el francés parece encontrar su madurez y, con ella, sus mejores piernas. Es que luego de haber concluido 13° en el Giro de 2014, avanzó en su progresión y finalizó 9° en lo que fue una actuación sin grandes picos pero de menos a más. El de la FDJ explotó definitivamente en la tercera semana, metiéndose en el top 10 luego de la crono para ya no abandonarlo más. Impresionante actuación, si se tiene en consideración que ya se había mostrado fuerte a mediados de abril, hecho que implica un pico de forma extenso y muy difícil de alcanzar.

Bien e inesperado… Carlos Betancur, Kévin Réza, Alessandro Petacchi, Jan Polanc,

Decepciones:

-Janier Acevedo: el cafetero encabeza, con comodidad, nuestro listado. Desaparecido en competencia una vez más, continúa con su anónimo periplo World Tour, esta vez, aquejado por alergias. El problema es que el ciclismo profesional no espera por nadie y, Acevedo sigue esgrimiendo excusas, pero lo concreto es que sigue sin aparecer en Cannondale y las oportunidades se agotan. Lo único positivo es que logró terminar la carrera y eso podría darle buen fondo para eventos futuros, en los que tendrá que dar un paso adelante y reencontrar su versión de 2013, cuando arrasó el calendario americano.

-Sylwester Szmyd: el polaco recibió la oportunidad que esperaba hace años: ser capitán en el Giro de Italia, su carrera predilecta y en la que ya acumula 12 participaciones, todas terminadas. Pero lejos de sus prestaciones de antaño, cuando estaba siempre entre los mejores cuesta arriba, en la 98° edición pasó completamente inadvertido, metiéndose ocasionalmente en alguna escapada, y nada más. Así y todo acabó 45°, a casi tres horas de Contador, pero habiéndose reservado exclusivamente para mayo, se esperaba mucho más de él en esta carrera.

-Richie Porte: otro del que se ha hablado largamente. Llegó al Giro tras haber dejado un tendal de victorias en carreras de una semana, y completó un primer tercio inicial de la Corsa Rosa impecable, casi sin mostrar los dientes y marchando 3° a segundos de Contador. Sin embargo, mostró una alarmante falta de carácter para superar los percances que se le presentaron y que, junto a las dolencias físicas de su última caída, lo llevaron al retiro. Luego de ser de lo mejor de 2015, su paso por Italia fue horrible y dejó como saldo lo que, por uno u otro motivo, desde esta redacción esperábamos.

-Rigoberto Urán: otro del que se esperaba mucho más, pero a diferencia de Porte, sacó a relucir su carácter y se quedó en competencia hasta el final, incluso recuperándose y peleando por dos etapas de alta montaña. Su error fue haber acudido al siempre gélido y húmedo Tour de Romandía, donde se pescó una bronquitis que el ritmo frenético de la primera semana del Giro le impidió curar. En la crono, su día, no pudo alcanzar el 100% de su potencial y progresó temporalmente, pero después de eso volvería a desinflarse. Al menos, sus dos 3° puestos consecutivos en las etapas 19 y 20, maquillaron su pálida presentación, concluyendo 14° tras haber sido 7° y 2° en las tres ediciones previas.

-Iván Basso: ¿corrió el Giro? Si no fuera porque le dio la rueda a Contador cuando pinchó antes del Mortirolo, podríamos haber asegurado que el varesino no fue de la partida en la carrera, donde junto a Kreuziger, se esperaba que acompañaran a su líder en la montaña. El ex campeón del evento no estuvo ni cerca de cumplir su cometido y difícilmente lo lleven al Tour, salvo que haya padecido algún problema que no se hizo público. Pobre imágen para alguien que supo ser sinónimo de la Corsa Rosa.

-Sonny Colbrelli: el italiano, uno de los atletas más brillantes de 2014, sigue desaparecido esta campaña y el Giro fue fiel reflejo de eso. Tras coquetear con el Team Sky durante el invierno, decidió seguir en Bardiani, escuadra que le diseñó un cronograma más relajado para no llegar quemado a mayo, como sucedió el año pasado. Pero Sonny quedó en deuda largamente y lo mejor que hizo fue embalar hasta el 6° lugar en Fiuggi. Una pena ya que el curso precedente fue el rey del top 10, incluso luchando por nuestro premio al ciclista más regular del año.

-Mauro Finetto: situación similar a la de Colbrelli, “Súper Mauro” pasó sin pena ni gloria por la Corsa Rosa y por el resto del calendario previo, en el que además de alguna enfermedad, se cuidó pensando en la ronda italiana. El líder de Southeast no mostró la cara y, con 30 años, dejó pasar la chance de hacer algo interesante que le abriera nuevamente las puertas del World Tour.

-Luka Mezgec: un fracaso rotundo. El esloveno llegó con un equipo entero a sus órdenes y buenos antecedentes, pero nunca estuvo ni cerca y un 3° puesto fue su mejor actuación y la de su escuadra en las volatas. Su currículum italiano se completa con otros cinco top 10, pero si se tiene en cuenta que no hubo grandes sprinters en liza, los resultados son pobres. Es cierto que no contó con los lanzadores titulares pero, a diferencia de la mayoría de los conjuntos, tenía un tren especializado que nunca carburó, desembocando sus esfuerzos en el pésimo Giro realizado.

*Jurgen Van den Broeck: el belga, dos veces top 5 en el Tour de Francia, nunca volvió a levantar cabeza luego del accidente que lo sacó de la ronda gala en 2013. En una suerte de ultimátum, Lotto modificó su programación y lo llevó a Italia a luchar por el podio…y un nuevo contrato. Pues bien, Van den Broeck se quedó corto, por más que pareció renacer durante la crono, en la que finalizó 7° y pasó al 5° lugar en la general. Pero una caída al día siguiente lo relegó y ya no se supo más de él, que se aferró como pudo al top 15 y cerró una participación mediocre, en comparación con su potencial.

-Giacomo Nizzolo: dos veces 2°, tres veces 5° y una 6°, es el balance del italiano en las volatas, actuación parecida a la de 2014, cuando se cansó de pegar en el palo, aunque los rivales eran de mayor entidad. Con el Trek pura y exclusivamente a su servicio, cometieron un error tras otro en los lanzamientos y el resultado queda a la vista, porque encima fueron vencidos por el potente pero numéricamente inferior, Lampre. Nizzolo mitigó su rabia subiendo al podio de Milán como dueño de la clasificación por puntos, pero eso no tapa su gris performance en el Giro, en línea con lo que había mostrado en los meses anteriores.

*Roman Kreuziger: si algo se esperaba del checo era que estuviera cerca de su capitán en la montaña. De hecho, era el único que debía escoltarlo hasta bien entrados los puertos, tal como sucedió en el Tour de Francia 2013 en el que acabó 5° vaciándose por el madrileño. Kreuziger estuvo en la misma línea (pésima) que sus compañeros, acabó el Giro 28° a 1:47:03, pero más alarmante aún, sin poder aguantar con los gallos en las ascensiones, un problema adicional para el Tinkoff de cara a julio, donde debería ser el escudero de confianza una vez más.

En deuda: Monsalve, Henao, Paterski, Zardini, Bongiorno, Weening, Slagter, Elissonde, Niemiec, Haussler, Antón

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Pablo Martín Palermo

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